El protector oculto

Camile Saint

Camile saint.
Huérfano de nacimiento, con una historia peculiar de antecedente, la cual no recuerda…

Camile, nació en la gloriosa Roma, Italia, criado por monjes, tiene un gran control de sus sentimientos, como a nivel espiritual (control de chakra y energía natural), desde los 2 años de vida, se le enseñaron diversas artes marciales, empezando por el karate y terminando con ninjutsu; a los 10 años demostró su inteligencia y responsabilidad siendo el único en Roma en pasar directamente a secundaria, algunos le hacían burla por su apariencia, debido a que, a su corta edad media 1 metro con sesenta centímetros; al a ver entrenado gran parte de su niñez artes marciales, su cuerpo es demasiado resistente y algo marcado, aparte de contar con ojos color naranja oscuro y el pelo medianamente largo, con color naranja rojizo oscuro, lo cual atraía a algunas damas de su escuela secundaria.

Camile, era bastante solitario, siempre escuchando música, ya sea de hip-hop de España, o hasta el mismísimo Hard Rock de los 80´s; cada vez que se le veía en el receso, él estaba escuchando música, claro, con una sonrisa en su rostro delgado, él se apartaba sus compañeras y algunos de sus compañeros; solo tenía en mente una cosa: “jugar en la Juventus fc”, el club de sus amores, sus amigos lo apoyaron, estos también tenían esa meta.

Para ello, le pidió a sus padres (los monjes), que lo inscribieran en una escuela de fútbol donde estarían sus dos amigos, Antonie y Arjen ellos no se negaron, a partir de ese momento comenzó su carrera futbolística; a la edad de 14 años, ya era considerado el mejor defensa de la región, pero a Camile no le importaba esa situación, él solo quería jugar par la Juventus; los estudios pasaron de ser de secundaria, a ser de últimos semestres de preparatoria, muchos lo consideraban un presumido.

Retomando el hecho futbolístico, la Juventus convoco visorias en el año en el que Camile cumplía 15 años, él inmediatamente se grabó y archivo la fecha, como era bastante distraído a pesar de su inteligencia, prefirió prevenir cualquier imprevisto.