Sin manual

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He aprendido a dejar ir

porque nada dura lo suficiente.

A estar conmigo un domingo;

eso también lo aprendí,

nadie me lo enseñó,

tampoco lo leí.

Aprendí con los tropiezos,

con las caídas,

con los errores que una vez cometí.

He aprendido a vivir.

Sí,

eso también se puede aprender.

Aprendí que existen compañías impuras.

Aprendí a hablar

y a callar también.

A sufrir.

A ser feliz.

Sigo aprendiendo,

sigo equivocándome

y así seguirá;

hasta que la luna ya no brille para mí.


El hombre que piensa dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora