La Heredera

Capitulo 4: Correr

Al salir todo era un completo desastre, había gente gritando por todos lados y corrían en dirección a la entrada, parecían haber visto un fantasma, entonces escuche otra explosión la cual me aturdió los oídos y voltee a ver de dónde provenía y me encontré con un hombre que lanzaba grandes bolas de fuego en dirección a las esculturas de hielo y a las mesas, esquive a las personas y me acerque un poco para ver mejor, entonces vi al hombre que venía vestido de negro y tenía un antifaz.

— ¡¿DONDE ESTA LA HEREDERA?! — Gritaba el hombre con furia en su mirada, no sabía de lo que hablaba pensé que era un ataque terrorista, pero él estaba buscando a alguien en especifico, una heredera en especial, pero es imposible saber a quién porque hay demasiada gente con poder, me escondí detrás de una columna donde no podía verme, pero empecé a entrar en pánico porque tampoco encontraba a mi familia con la mirada — ¡¿DONDE ESTA?! YO NO QUERÍA, PERO TENDRÉ QUE EMPEZAR A MATAR GENTE —gritaba el con más furia y con las manos empezó a lanzar bolas de fuego del tamaño de un balón de basquetbol en dirección a las personas las cuales comenzaron a correr en dirección a la salida y a gritar.

— ¡¿qué demonios haces aquí?!— me dijo Emiliano jalándome mientras corríamos en dirección al cuarto de regalos.

— ¡¿qué está pasando?! — le pregunte mientras corríamos yo estaba presa del pánico.

— No preguntes Karlie después te explico — dijo cuando entramos al cuarto de regalos, abrió una puerta la cual daba al cuarto de limpieza, después abrió otra que daba al estacionamiento, supongo que por ahí salía el conserje, salimos y había un Mercedes Benz A200 color negro esperándonos, nos subimos a él y este de una vez acelero tanto que quemo la llanta, cerré los ojos con fuerza porque sentí que en cualquier momento iba a estrellar a alguien.

— Karlie ya paso, ¿estás bien? — me pregunta el cogiéndome de la mano.

— ¿Que si estoy bien? ¡¡ Claro que no!! ¡¡Acabo de ver a un hombre escupe fuego diciendo que iba a matar gente!! ¿Dónde está papá? ¿Alina? ¿Mis hermanos? ¿Mi abuela Clarisse? ¿dónde diablos están? ¿qué pasa Emiliano? — le grito alterada y con desesperación.

— Tranquila Karlie, ellos estaban en el lobby en el momento del ataque, fueron los primeros en salir ya están en tu casa la cual está completamente vigilada, no te preocupes — me dice tratando de calmarme.

—¡¿qué está pasando Emiliano? ¿quién es la heredera?!— le digo con desesperación. En ese momento comienza a sonar mi celular, lo saco rápidamente del bolso y contesto ya que es mi padre, esta incluso más alterado que yo, así que le digo que voy llegando a casa y que estoy bien.

No insistí con la pregunta ya que Emiliano estaba igual de asustado, así que preferimos calmarnos; al llegar a casa bajé mis cosas y corrí a abrazar a mi familia, la policía los estaba interrogando a todos para poder aclarar un poco lo sucedido, entre a la sala y una de las mucamas me dio una taza de té a mí y a Emiliano, eso me tranquilizó demasiado, vi el reloj y eran las tres menos cuarto de la mañana.

—¿Hay heridos? —le pregunte a Elliot cuando llamaron a mi padre para interrogarlo.

—No lo sé, no han hablado de eso — dijo el sentándose a mi lado en el sofá.

— ¿quién es la heredera? — le pregunto más tranquila.

— ¿de cuál heredera estás hablando? — me pregunto desconcertado.

— El buscaba a la heredera, yo lo oí y lo vi, el gritaba que quería saber dónde estaba la heredera — le dije recordando sus palabras.

— No lo sé, al parecer era un intento de secuestro, había mucha gente importante es imposible saber a quién buscaba, quizás la hija de algún político iba heredar una fortuna o una compañía, no lo sé— dijo el encogiéndose de hombros.

— vale, yo me voy a dormir, estoy cansada además de que mañana va a ser un día pesado — le dije a los chicos levantándome del sofá, Emiliano se levantó también y se ofreció a acompañarme hasta mi cuarto por lo que yo asentí con la cabeza. Al llegar a mi cuarto Emiliano paro en seco.

— Duerme bien, en la mañana vengo a recogerte para que hablemos, tengo algo que decirte. Llamamos a tus amigos, ellos están bien no te preocupes, descansa. — dijo dándome un beso en la frente para irse.

Entro a mi habitación y dejo las cosas de mi bolso en la cama, alzo mi vestido y los tacones en los armarios correspondientes, me desmaquillo y me lavo la cara luego de ponerme el pijama, y dejo las cajas de terciopelo con las joyas y el regalo sin abrir de mi madre en la mesita de noche, me acuesto en la cama y me quedo profundamente dormida.