Nora Anderson / Sarah Paulson
Ala mañana siguiente, el olor a huevos refritos me despierta y a medida que voy bajando los escalones, el estómago me ruge, es ahí donde me doy cuenta que estoy muy hambrienta.
Max se acerca a saludarme, me da un pico en los labios y luego corre a checar lo que ha dejado en el sartén. Veo que ha puesto la mesa, y no ha necesitado de mi ayuda para organizarlo todo ésta mañana. Sé ve perfectamente cocinando en casa, moviéndose de un lado a otro sirviendo nuestros platos, es todo un hombre de familia. Tomo asiento en el momento en que coloca el plato frente a mí, y cuando por fin se une él, ambos comenzamos el desayuno feliz.
— ¿ Pudiste ver a Jessica ayer?.— Me olvidé por completo del mensaje que le mandé la noche anterior, ahí le expliqué todo de cuanto iba a hacer.
— Si, estuvo bien.— Le dedico una sonrisa.— Jace parece estar muy interesado en que Design & Style se reabra muy pronto.
— ¡ Que bien!.— Dice asintiendo, mientras que se mete el último bocado ala boca.— Amor ¿ te importaría ir con Jessica a entregar las invitaciones?. Me olvidé en decirte, que acompañaré a mamá al doctor.
Asiento y bajo de la silla, me acerco a él y poso mis manos al rededor de su cuello, deposito un suave beso en su frente mientras que él suelta un suspiro lleno de frustración.
— No te preocupes amor... Ve con ella y muestrale el gran hijo que tiene.— Susurro entre sus labios, Max sonríe de lado, es increíble lo fuerte que puede llegar a ser aún sabiendo que su madre padece de Anemia. Es horrible por que él no lo merece, pero simplemente no puedes elegir.
— Gracias, lamento esto May, pero dentro de pocos días podré recompensarte de la mejor manera.— Confiesa con su voz seductora.
Se acerca y vuelve a besarme, es un beso muy tierno y creo que nunca antes me han saboreado así, sus labios tocan los míos como si de un objeto delicado se tratasen, y al separarse me envuelve entre sus brazos con esa forma tan tierna, dulce y cariñosa.
— Espero verte el viernes... Por que yo estaré esperándote frente al altar.— Me da otro beso en la boca antes de ponerse de pie, y tomar las llaves de su auto que están del otro lado de la mesa.— Te amo.— Dice y se dirige ala puerta principal cerrando la puerta tras él.
[ ... ]
— ¡ Buenos días señorita!.— Canta Jessica desde su auto. El plan de hoy, es ir de casa en casa dando entradas gratis a mi boda, se supone que Max tendría que acompañarme, pero ahora mismo está muy ocupado cuidando de mi suegra, Jessica es mi única salvación para no pararme sola en la casa de mi madre.
Ruedo mis ojos mientras que arrojo mi bolso al asiento del copiloto, por último, con cuidado deposito la caja que contiene las invitaciones en mi regazo, y en cuanto cierro la puerta, el automóvil arranca.
— ¿ Hablaste con Max anoche?.— Le miro de nuevo con una pregunta en mis ojos.
— ¿ De qué estás hablando?.— Jessica dobla la esquina y nos detenemos en el primer callejón. Baja del auto y se posa detrás de mí, esperando a que encuentre las invitaciones con el nombre correcto.
— Creí que Max iba a enterarse de lo que Harold trató de hacerte.
Me atraganto con mi propia saliva y comienzo a toser con exageración, cuando por fin las encuentro, bajo del auto y ambas comenzamos a buscar los afortunados que podrán verme vestida de blanco el viernes.
— ¡ No!. Probablemente iría a buscarlo y amenazarlo con que no lo intentara de nuevo.— Digo emocionada, aunque afortunadamente nada de eso pasó.
Pero no cierro mi imaginación y me pongo a pensar, en todas las formas en que Max podría partirle la cara a Harold, si tan solo le mostrara los moretones que dejó en mis hombros.
[ ... ]
Son poco después de las cuatro de la tarde y la única invitación que queda en la caja es para mi madre, Jesse estaciona el auto al otro lado de la carretera, donde solía vivir la mamá de Harold, claro, antes de que decidiera irse lejos de Seattle.
Llevo la mano ala puerta y bajo del coche, el aire fresco pega en mi rostro, de modo que sacude mi cabello al momento de caminar en dirección a casa de mamá. Mientras cruzo la calle, llega un mensaje de Max a mi celular, enciendo la pantalla y abro el mensaje; — Hola hermosa! ¿ Como vas con los invitados? ¿ No han preguntado por mí?. Espero y comprendas, pero no podré llegar ésta noche, me quedaré con mamá en casa, mañana tiene una nueva cita con el doctor y me temo que tendré oportunidad de verte hasta el viernes. Te amo, gracias May.
Muerdo mi labio inferior con fuerza mientras suelto un suspiro, por que en realidad tenía ganas de compartir la cena con él, ¡¿ Cual es mi maldito problema?!. No hay por que preocuparme, digo, solo es su madre y sé que ahora mismo necesita de nuestra ayuda, claro, como pareja. Tecleo rápidamente una respuesta y presiono enviar.
Me he detenido y sé que ahora mismo estoy en casa, muchos recuerdos llegan de golpe y eso detiene mi brazo a tocar. Me quedo minutos o quizá segundos paralizada, antes de que ésta fuera abierta y mamá se plante frente a mí. Ni siquiera estoy consiente si fui yo quien ha tocado la puerta, pero ya no hay marcha atrás.
Estoy aguantando la respiración e intento no recordar lo último que fue capaz de gritarme, no puedo escuchar lo que dice al momento de que ella abre la boca, pero le sigo, cerrando la puerta tras de mí.El ambiente es extraño e inquietante al tomar asiento frente a ella, no ha cambiado en nada desde la última vez que la vi. Siempre tan fría, mostrándose como si nada le doliera, o cualquier otro tipo de sentimiento. Me da miedo de lo que pueda decirme hoy, me da miedo, que ésta vez no pueda perdonarla jamás. Pero no consigo superar, que haya sido una buena madre cuando mi padre aún vivía, y la amo por ello. La amo muchísimo. Pero no puedo fingir que todo irá bien, después de que salga de aquí.
Suelto un suspiro lleno de nerviosismo por que ninguna de las dos sabe que decir. Tomo nota mental y escribo; Estoy lista.
En el momento en que le doy la invitación veo que las manos me tiemblan, y las de ella también. Observo como lee detenidamente lo que Max y yo tomamos de internet, se nota que no tiene prisa. En cuanto termina de leerla, se pone de pie y dice.
— Toma asiento.— Pasa aún lado de mí mientras que se dirige ala cocina. Estoy haciendo un gran esfuerzo por hablar, tengo muchas preguntas por hacerle... Pero me da miedo escuchar sus respuestas.—¿ Que más necesitas?. ¿ Dinero?.— Dice y de algún modo, tengo ganas de echarme a reír.
— ¡¿ Crees que vengo... A pedirte dinero?!. Solo te he traído la invitación a mi boda mamá, y da la gracias a que Max no ha tenido que convencerme para venir hasta aquí.— Digo en voz alta. ¡ Rayos! Sonaba mejor en mi cabeza.— Por que, la última vez que te vi, me quedó claro lo que soy para ti.— Termino de decir.
— Bueno... Sabías lo que significaba para mí, que te mudaras de casa antes de cumplir los 21 años May.
Sin estar segura reúno el valor para marcharme, pero su voz me detiene.
— ¿ Te vas?. Apenas acabas de llegar.
No respondo, pero permanezco paralizada a unos cuantos pasos de la entrada principal, quizá esperanzada de que por primera vez, mamá se retracte. Pero su silencio, es la respuesta más dolorosa que pueda escuchar jamás. En ese momento, el celular vibra en mi bolso indicando un mensaje por parte de Jessica, lo abro enseguida y leo; — Tienes que salir de ahí y volver a tú casa los antes posible. Me ha llamado Jace y dijo que Harold te ha ido buscar, al parecer, está borracho.
¡ Mierda!.
Ha sido el capítulo más largo hasta ahora 😂 Aquí lo prometido!.
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Stay Away : Broken Feelings 1 Libro
Novela JuvenilSer amigo, de la persona que destruyó tu corazón, es ser autodestructivo. 3 Jóvenes 3 Vidas 3 Historias Primer Libro de la trilogía STAY AWAY: BROKEN FEELINGS Queda prohibida su copia o adaptación.