Los problemas parecía que eran continuos para ti. Recientemente se te había informado que tenías que salir junto a tu padre del pequeño pueblo en el que ambos vivían por cuestiones de negocios o algo similar a esto... No era tan grave en realidad, pues esto era algo comprensible y se suponía que sólo sería por una semana... Por lo que no había un motivo real para preocuparse más de lo que era debido...
...O no lo habría si no te hubieran llevado a la casa de... Frank D'amico.
Estabas consciente de que tu padre no estaba exactamente en los mejores negocios del mundo, pero era una mentira decir que no sentías cierto temor al llegar a este lugar después de un largo viaje para toparte con demasiada seguridad para tratarse de un hombre que se suponía vendía suministros de madera... Era extraño, tal vez más de lo que debería.
Caminando a lado de tu padre y en completo silencio observabas todo, desde el momento en que abrían la puerta hasta el interior del elevador por el cual subías hasta el lugar donde al parecer vivían los D'amico. Tus manos sudaban y no podías evitar el pasar saliva por tu garganta en más de una ocasión... Y era que en verdad la preocupación en ti era demasiada, preguntándote qué era lo que estaba ocurriendo o por qué nadie te quería decir nada con exactitud... Esos hombres armados que esperaban afuera del elevador no eran algo que te ayudara a sentirte con alivio, tal vez con la calma de que tu seguridad estaría bien resguardada, pero no con la sensación de que todo estaba bien o lo estaría.
Eran apenas las 9:00 de la mañana cuando habías llegado a este lugar después de un viaje en auto en el que habías tenido la fortuna de poder dormir en este, lo que si bien era incomodo al menos te había permitido descansar por un par de horas. No habían tenido tiempo de ver ningún lugar antes de llegar a esta residencia, pues parecía que esta era la primer y única parada que iban a hacer. ¿Tan mal estaba la situación de la cual nadie te había dicho nada?
Una vez las puertas del elevador se habían abierto lo único que a ti te quedaba era caminar al lado del hombre que tú solías llamar "papá", perfectamente a su lado y sin poder evitar el distraerte mirando esas repisas llenas de libros entre otras cosas que adornaban esos pasillos . Nunca antes en tu vida habías estado allí y parecía que de una u otra manera lo único que habías conocido hasta ese momento era el pequeño pueblo en el cual vivías. No conocías a ningún integrante de la familia D'amico y lo único que sabías era que se conformaba de tres personas; Frank, quien era el padre. Angie, quien era la madre y por último el hijo único y de 17 años Christopher...
...Y ese el que estaba sentado comiendo avena debía ser Chris...
Después de un corto recorrido por el pasillo finalmente habían llegado a donde estaba el comedor y junto a este la enorme ventana con vista a la ciudad, ocupando las sillas como era de esperarse estaban Frank, quien ocupado leía el periódico, seguido de él Angie, quien parecía estaba muy ocupada sosteniendo un espejo delante de su cara revisando su maquillaje y para finalizar estaba Chris, ese joven de cabello negro quien parecia en verdad estaba comiendo avena.
Fue en ese momento que uno de los hombres que estaba de pie y a lado de Frank abrió su boca para hablar, anunciando así su llegada, provocando que la reacción inmediata de aquel que parecía ser Frank bajara su periodico para mirar a ambos, primero a tu padre y luego a ti, cerrando aquello que había estado leyendo para ponerse de píe y darle una mirada nuevamente a tu padre, moviendo su cabeza hacia cierta parte del lugar.
Luego de eso no hubo más, nadie te dirigió la palabra y lo que el hombre que te había dado la vida después de eso hizo no era más que seguir a Frank a dónde fuera que le estuviera llevando.
...Así, sin más y dejándote allí de pie con el sabor de la confusión y el estómago vacío, además. Habías tomado un viaje por carretera por un par de horas y naturalmente tendrías hambre.
Con mínimas indicaciones estuviste a punto de sentarte, jalando una de las sillas hacia atrás y sin poder evitar el poner tu mirada encima del joven de cabello negro, quien apretando la cuchara entre su puño aparentaba tener muchas ansias de levantarse para seguir a su padre... Evitando el hacerlo, conteniendo estas ganas, pues parecía no podía hacerlo.
...Algo malo estaba pasando en ese lugar... Y era seguro que tú pronto lo descubrirías. Todavía tenías toda una semana para hacerlo.
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Kick Ass! (...¿Y Reader?) (Versión película ).
FanficResumen: ¿Y si tú estuvieras en la película "Kick Ass"? Por presuntos problemas has tenido que salir de tu pequeño pueblo para junto a tu padre buscar refugio en casa de unos conocidos... Nadie te había dicho que estas personas eran los D...