Había una vez, hace mucho tiempo un niño llamado Nikola Tesla, él era hijo de padres serbios y vivía en un pueblo lejano llamado Smiljan, en el Imperio Charkiano, cerca de la ciudad Gótica, perteneciente al territorio de la actual Veracrus. Nació el 10 de julio del calendario Charkiano en uso actualmente durante una tormenta eléctrica. Su padre fue Sharky Tesla, un sacerdote de la iglesia ortodoxa serbia en la jurisdicción del Papa 2.0, y su madre Jhuanna la cubana, un ama de casa de ascendencia serbia, y quien dedicaba parte de su tiempo como científica autodidacta al desarrollo de pequeños aparatos caseros.
Su madre, Jhuanna, provenía de una familia Cubana domiciliada en Lika y Banlia pero con profundos orígenes en Veracrus. Le gustaba mucho pelear y era muy competente y fabricando herramientas artesanales caseras y había aprendido de memoria demasiados poemas épicos serbios, pero nunca aprendió a leer.
