Baekhyun adora en secreto la manera en que el ceño de Chanyeol se frunce y lo largas que son sus piernas, pero nunca lo dirá en voz alta. No al menos de momento. Para el castaño no es fácil lidiar con su amor secreto por su amigo tan poco popular y...
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Jongin y Kyungsoo lo habían sedado otra vez. No sabe ni para qué pero al parecer su ex amigo simplemente no soportaba verlo despierto desafiando su autoridad. No pudo hacer mucho cuando Jongin lo sostuvo para que dejara de revolcarse sobre la cama mientras Kyungsoo lo ahogaba con el olor a cloroformo que ya se conocía de memoria.
Es por eso que cuando despierta después de horas está demasiado mareado. No hay luz colándose a través de la ventana por lo que probablemente anocheció mientras él dormía. Baekhyun cree que está solo y permanece acostado, descansa y respira un poco, hasta que gira ligeramente su cuerpo y ve una figura borrosa en la silla en la esquina de la habitación. El miedo se dispara e intenta incorporarse lo más rápido que su cuerpo le permite, causándose a sí mismo una punzada en la sien que lo está matando.
Baekhyun se queja y se lleva las manos a la cabeza, dándose cuenta que ya no está amarrado, sin embargo no tiene fuerzas suficientes para sostener su dolorido cuerpo y cae laxo sobre el colchón.
La lucha interna ante la amenaza latente no le permite relajarse, y está desesperado al no ser capaz de hacer movimiento alguno cuando la persona se acerca a él.
Afortunadamente es Chanyeol.
Lo primero que ve son sus grandes ojos posarse sobre él, inspeccionándolo. Su pelo está mojado y las gotas que escurren de los mechones oscuros caen sobre el rostro del menor, haciéndolo abrir más sus ojos por el contacto del agua fría con su piel. El alto lo observa, inescrutable, luego coloca la enorme palma de su mano sobre su frente buscando quizá algún signo de fiebre, para después retirarla casi al instante, como si le molestara el contacto.
-Levántate. - Su voz gruesa retumba en la cabeza del menor, él mismo lo ayuda a incorporarse, lo acomoda hasta recargarlo sobre las almohadas y luego se aleja del menor creando distancia. Baekhyun nota en ese momento que Chanyeol parece haber tomado un baño recientemente, solo lleva puesto el pantalón negro- roto por todos lados-, el torso está descubierto y su piel aún está fresca y húmeda. - En el buró hay comida, come, luego báñate si quieres, o duérmete, haz como quieras, pero no hagas ruido.
Baekhyun lo mira sin comprender muy bien lo que está pasando. A pesar de que no es la primera vez que el alto hace algo bueno por él, ahora se siente diferente. Ahora que sabe más cosas de él, de su infancia, de su madre, de que juega a ser dos bandos y no es de ninguno.
Chanyeol se tumba sobre la silla, su hermoso rostro luce cansado y hay manchas oscuras bajo sus ojos. El alto frunce el ceño y cubre sus ojos con su brazo dejando a la vista su torso lleno de moretones y cicatrices, pero no es lo único, tiene un par de tatuajes; uno en la clavícula con unas letras en japonés -que Baekhyun no comprende-, luego distingue una constelación sobre su costilla derecha formada por pequeños puntos, diminutas estrellas y líneas simples. Sagitario.
Más abajo, pasando su abdomen duro y marcado, cerca de los huesos de su cadera, hay llamas de fuego que mutan en formas geométricas. Toda la vista es sencillamente exquisita para el menor, quien nunca en su vida había visto el torso desnudo de Chanyeol y ni siquiera era capaz de imaginarse que ese espacio de piel pudiera estar cubierto de tinta de una manera tan hermosa.
