El lado oscuro de la Luna (Chanbaek)

Capítulo 6

Baekhyun era un frágil y pálido mapa cubierto de moretones bajo la mirada de Chanyeol. Habían sido apenas unos días de que EXO lo había llevado con ellos y Baekhyun parecía haber perdido el brillo que lo caracterizaba. En esos momentos estaba hecho un ovillo en el centro de la cama, temblando como un niño asustado, su piel pálida y delicada como el papel. Sus bonitas facciones estaban llenas de raspones y moretones, así como el resto de su cuerpo. Chanyeol sabía que su compañero de cuarto no tenía gran resistencia física a pesar de su gran carácter, pero era extraño verlo así, cuando Baekhyun siempre se las había arreglado para sacar lo mejor de sí mismo, más cuando intentaba defenderlo.

Negar que Chanyeol sintiera vergüenza por el resultado de sus actos sería una mentira, pero él no tenía muchas opciones. EXO no perdonaba errores, traidores y mucho menos un heredero a jefe incompetente.

Decidió dejarlo dormir, él castaño de verdad lo necesitaba, ya se encargaría más tarde de enviarle algo de comida. Por ahora lo mejor era dejar que se calmara, que descansara y mantenerlo encerrado antes de que cualquiera notara que el chico estaba intacto. Chanyeol era el siguiente Jefe de EXO, sí, pero aun todo la organización estaba obligada a obedecer a su padre y nadie que no fuera de su propio círculo de confianza dudaría en dar aviso al aun Jefe. Incluso Kyungsoo, que era casi como su hermano lo haría. El bajito era de hecho la primera persona que daría aviso, su lealtad hacía el jefe era inquebrantable.

Es por eso que da dos vueltas de llave a la cerradura de la puerta antes de dejar la habitación, evitando así que alguien encuentre a Baekhyun en su ausencia.

Sus pies pesan y ya puede imaginarse las manchas oscuras bajo sus ojos, está jodidamente agotado de tanta actividad, de tanta presión. Hacía meses que la base no tenía esa cantidad contratiempos con el tráfico de las armas, Chanyeol tuvo que dividir sus horas de las últimas semanas resolviendo hasta el más pequeño detalle, para que uno de los cargamentos más grandes que habían vendido pasara por las costas de Japón sin ser detectado por el gobierno. Aunque para él era tan simple como infiltrarse en algunas bases de datos, hacer un par de llamadas a las personas correctas y asunto arreglado, sin embargo tener que secuestrar a Baekhyun... eso era algo que no se había esperado.

Es verdad que conocía las posibilidades de tener que llegar a esos extremos con la familia de los Byun, dado que el desgraciado de DongHyul pidió demasiados préstamos y favores que no se dignó a regresar y contrario de eso, se escondió como una rata. Sin embargo, Kyungsoo no le habló del secuestro con anticipación, sino hasta el último momento, el mismo sábado por la mañana, luego de que despertara y no viera a Baekhyun haciendo ruidos de cachorro mientras dormía en su cama.

A pesar de su descontento nada podía hacer, no había margen de opciones, no cuando el Jefe Park había ordenado que tomaran a Baekhyun. Obligando a Chanyeol y Kyungsoo a permanecer comportándose de manera natural acudiendo a la fiesta de Suho mientras Jongin y otros se encargaban del rapto.

Chanyeol conocía al chico, era consiente que había roto su corazón, sabía perfectamente de los sentimientos que el menor le tenía, un grave error, pensaba el alto. Baekhyun no debería enamorarse de alguien como él, un personaje construido solo para cumplir las funciones que su padre le ordenaba.

Chanyeol era el cerebro y manos del jefe de EXO, el mejor corredor de armas que tenían. Él se encargaba de reunir a vendedores, compradores, financiadores y aseguradores para concretar tratos de venta, él podía cambiar las listas de una base de datos y pasar armamento ilegal de un país a otro sin que nadie lo notara. Todo EXO conocía y admiraba sus habilidades como próximo líder, a ese nivel llegaba su talento. Y para ser honestos era un trabajo que no le molestaba, incluso lo divertía, pero pertenecer a una mafia no era tan simple como estar sentado detrás de un escritorio manejando un ordenador, a veces había que hacer un par de cosas no tan gratas.