Baekhyun adora en secreto la manera en que el ceño de Chanyeol se frunce y lo largas que son sus piernas, pero nunca lo dirá en voz alta. No al menos de momento. Para el castaño no es fácil lidiar con su amor secreto por su amigo tan poco popular y...
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Escuchar los gemidos detrás de esa puerta de madera blanca lo hacían sentir asqueado a un nivel impensable.
Kyungsoo había intentado dormir sin lograrlo, había apretado los parpados intentando conciliar el sueño, siendo todo en vano, porque de algún modo termina escapando de su habitación para inspeccionar que todo estuviera en orden en la habitación había dejado a Baekhyun dormido. Al llegar al sitio el reconocimiento de que el chico no solo estaba despierto, sino que también estaba acompañado, fue su golpe de la realidad. Kyungsoo conoce perfectamente al dueño de esa voz gruesa gruñendo en medio de excitación, los dientes del bajo chirrían dentro de su boca, sus tripas anudándose juntas debido al sentimiento de coraje que no puede controlar.
¿Por qué no puedo ser yo? Se pregunta, de algún modo ignora que conoce la respuesta.
Era solo cuestión de tiempo antes de que Chanyeol cediera a Baekhyun, a que se dejara llevar por la atracción que irremediablemente siente por el chico. Y Kyungsoo ya había pasado por esa situación un par de veces tiempo atrás, Chanyeol solía tener parejas sexuales que cambiaba de vez en cuando al no permitirse a si mismo tener ninguna clase de relación seria, para el bajito ser testigo de este tipo de cosas no había sido ningún problema porque sabía que su amigo no sentía absolutamente nada por ninguna de estas personas. Pero esta situación le sabía tan diferente a todo lo demás, aun cuando Chanyeol jamás hubiese hablado de amor, era evidente que algo con Baekhyun lo hacía distinto.
El joven mafioso camina de espaldas hasta que sus hombros tocan el muro del pasillo tras de él y se recarga contra la superficie respirando lento. Su corazón se siente tan solo y dolido que en ese momento tiene el deseo de hacer lo mismo que esos dos tras la puerta, el deseo de meterse con alguien y pensar que es la persona que ama quien lo toca. Recuerda el cálido cuerpo que dejó recostado en su cama, Jongin no le dio la calma que otras noches había proporcionado, aunque el chico se esforzaba demasiado por hacerlo sentir mejor, por hacerlo sentir querido, pero no era suficiente, tener a Jongin de su lado era solo un pequeño premio de consolación para todo lo jodido de su situación.
Hubiera podido ser otra de esas noches donde Kyungsoo se dejaba llevar por su soledad y su corazón herido y aceptaba que las caricias íntimas del moreno no le sabían tan mal, pero esa noche no iba a ser así. No a sabiendas de que Chanyeol estaba traicionándolo y follándose a Baekhyun a solo unos metros de distancia, cosa que no solo le causaba una rabia asesina por razones personales, sino que también estaba completamente fuera de lo establecido. Debía ser una maldita broma del destino que en medio de esa situación Chanyeol hubiera decidido aceptar que tenía algo por Baekhyun, que lo hubiera protegido como un cachorrito perdido.
Además de que Baekhyun no era ningún cachorrito para Kyungsoo, era una perra, una que siempre obtenía lo que quería a base de sus encantos y su dinero. Kyungsoo creía conocer bien a los chicos como el castaño, los que están plagados de dobles intenciones y un autoestima por las nubes. Al principio no estaba tan mal, no va a negar que el chico le cayó bien cuando comenzó a conocerlo, cuando el Jefe Park le encomendó a su hijo legítimo hacerse cargo de vigilar como andaban las cosas con la gente de la universidad y Kyungsoo quiso ayudarle a lograr los propósitos demandados. No va a negar que la pasó bien alguna que otra vez con el pequeño Baekhyun y sus amigos ricos, pero eso no se comparaba con lo que significaban para él sus verdaderos amigos, su familia, los niños con los que creció y a base de duras lecciones aprendió a sobrevivir a la mafia.
