Las voces, aquellas que imaginé fuera del desierto de mi imaginación, vuelven. Han vuelto. Me gritan que me rinda, que te extermine, que te elimine, que acabe con tu -según ellas miserable- existencia. Me temo que me veo incapaz, tus sombras me atan al ardiente suelo e impiden mi movilidad, y tú tampoco colaboras, te has anclado al suelo, aquí no hay agua con la que sobrevivir, pero me olvide que eras un cactus y podrías estar aquí, en el yermo de mi mente, que no podrías marchitarte y pudrirte como mi sombra anhela. Yo ignoro las palabras de mi sombra, porque sé con seguridad incierta que me acostumbraré a tus espinas. O moriré en el intento, aunque será una muerte dulce y anhelada.
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Mis sentimientos plasmados con tinta de lagrimas ensangrentadas.
RandomAquí habrán pequeños One-shots, pequeños fragmentos que escribí en una libreta, en algunos son mis sentimientos más putrid y en otros son historias sin un final, o sin un principio, quién sabe.