̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶D̶i̶e̶z̶

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—N-No sé si pueda hacer e-esto Dallon. —dijo Tyler con extremo nerviosismo mientas se abrazaba así mismo.

—Mi amor ya hablamos de esto y tú aceptaste, no hay vuelta atrás. —contestó acariciando su mejilla con suavidad.

—Pero ¿por qué tuvo que ser con él?

—¿Preferirías entonces hacerlo con otra persona?

—¡No! —exclamó Tyler y cruzó sus brazos del enojo. —preferiría no estar haciendo esto.

Dallon soltó un fuerte suspiro y se sentó junto a él. El castaño seguía de brazos cruzados y con la mirada clavada en algún punto de la pared, todo sea por evitar la mirada de su novio.

El ojiazul pasó un brazo por encima de sus hombros y lo jaló para dejar un beso en su sien. Tyler a penas y lo miró de reojo.

—Me lo prometiste. —Dallon le susurró y la piel de Tyler se erizó al escuchar la frialdad en sus palabras. —haremos esto sí porque sí.

Tyler torció la boca y su novio le dio un pequeño apretón en la mejilla acompañada de una sonrisa, para luego, alejarse de él y salir por la puerta para contestar una llamada que había recibido cuando sonó el timbre de su celular.

Después de la escuela se habían reunido en un motel bastante conocido de la ciudad. Habían tomado la decisión de ir a ese lugar porque la casa de Dallon quedaba muy lejos y en la de Tyler había mucha gente como para tener sexo libremente.

Entre tres personas, claro.

Al castaño casi le dio un infarto cuando se enteró de la identidad de la tercera persona. Brendon.

De tantas personas, pensó, ¿qué tan cruel debía ser Dallon como para elegir al chico con quien fue el supuesto engaño? Y Tyler tenía casi prohibido quejarse o negarse ante la idea porque Dallon era quien lo decidía.

A estas alturas, ¿aún valía la pena estar con un chico como él?

—Brendon llegó, está subiendo las escaleras. —dijo el ojiazul a penas colgó su celular y entró nuevamente a la habitación. Tyler tragó con dificultad y se limitó a asentir.

Los nervios se fueron apoderando de su cuerpo y pudo escuchar con claridad los pasos del otro chico. Todo a su alrededor se movía más lento de lo normal, como si estuviera en slow motion. Su corazón palpitaba tan fuerte que pensó se saldría de su pecho. No podía hacer esto, no quería hacerlo.

¿Pero tenía opción?

—Hey. —saludó Brendon al entrar por la puerta. Tyler alzó la mirada y la apartó de inmediato por temor. —¿por qué tan tímido?

—Solo está nervioso. —Dallon sacudió al castaño de sus hombros y sonrió risueño.

—N-No serán muy rudos conmigo, ¿v-verdad? —preguntó Tyler frotando sus manos y los dos se soltaron a reír.

—Siempre tan gracioso mi nene. —el ojiazul besó su frente y comenzó a desabotonarse la camisa. —¿te preocupa ser el único pasivo aquí?

Tyler abrió la boca pero no respondió. Vio cómo su novio se terminaba de quitar la primera prenda y acto seguido, Brendon hizo lo mismo, sacándose la playera de un tirón. Entre ambos se daba una química sexual muy notoria que el castaño se percató enseguida, dejándolo muy triste y en duda por su relación con Dallon.

Él no era nadie comparado con Brendon. Un chico atlético y extrovertido contra un chico escuálido e introvertido. A veces creía que Dallon hacía estas cosas con el propósito de humillarlo y hacerlo sentir mal.

● his hair smells like chocolate ● [joshler] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora