Regreso

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El resto de la tarde no los vio, hasta que fue a dormir.

Había cerrado sus ojos pues le ardían de tanto tenerlos abiertos por andar buscando si aparecían, suspiró un poco complacido y aliviado, pero toda tranquilidad se fue en cuanto los abrió.

Volvían, ellos volvían y no lo dejaban en paz.

Ahora incluso eran más que la vez anterior. Se habían multiplicado como si fuera un "venganza" por haberse "desechó" de los otros.

Había uno que  estaba justamente arriba de su cabeza y los demás estaban colocados en fila encima de este, como si salieran de él y se fueran formando.

Un regreso triunfante.

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