Sevmione del pasado.

Abatido

No podía más.

Eran como una plaga.

Los días pasaban y había muchos más.

Trato de todo.

Su pequeña escoba terminó en el piso cuando este se quedo dormido por el cansancio, sus actividades y a parte tratar de ahuyentarlos lo agotaban.

Había despertado hace poco, encima de una montaña que se había formado bajo él.

Dejó caer su cabeza. No quería moverse. Estaba arto.

No la oyó.

Había entrado en la habitación que debía limpiar hoy. Y ahí estaba él. Desde hace días que lo veía abrumado y esto aumentaba cuando la veía. Creía que la odiaba. Pero eso cambio cuando vio que había abajo de él.

Pero comenzó a preocuparse. Junto sus manos y las sujeto contra su pecho.

—¿Severus?- pregunto con preocupación