Sevmione del pasado.

Desaparecer

La segunda misión era desaparecerlos.

Otro hobbie que ambos compartían pero que no lo sabían era la lectura. Ella amaba los libros, le encantaba sentir su textura en sus dedos y el olor de cada página. La hacía entrar en un nuevo mundo, uno en el que todo era posible.

Él por su parte, lo hacia soñar, era muy soñador aunque no lo pareciera, amaba distraerse y que mejor leyendo.

Hacía raro que no la veía y era perfecto para tomar todo y arrojarlos por la ventana.
Tenía muchas cosas en común, pero no lo notaban, uno de sus lugares preferidos era precisamente esa habitación en la que había esa ventana, la que había escogido para tirar todo, era muy especial porque ahí se podía ver casi todo el campo en su totalidad. Las plantas con sus frutos, los árboles, el pasto recién regado y cortado y sobre todo el amanecer, atardece y anochecer. Por eso amaba cuando le tocaba limpiar la habitación.

Cargaba todos lo que había encontrado y los que podía, no volverían, no esos. 
El. Castillo casi estaba vacío, sólo habían quedado los de más confianza para los reyes. Estaba seguro que la habitación estaría sola.

Hermione estaba leyendo, sentada en un sillón que casi daba al frente de la ventana, él estaba entrando, fue directo a tirarlos sin percatarse de ella.