Mi Pintor (Vampireverse)

capitulo 11 ojos en la oscuridad

El vampiro se encontraba en su oficina, aun tenía mucho trabajo por hacer, algo estresado lanzo los papeles que estaba revisando al escritorio y se recargo en el respaldo de la silla cerrando los ojos, estaba fastidiado de esos documentos, necesitaba un descanso, mientras pensaba en eso la imagen de Encre paso por su cabeza, el mortal que le resultaba irresistiblemente encantador y que finalmente tenia para el, una sonrisa se dibujó en su cara, se levantó de la silla y fue salió de la habitación, recorriendo los pasillos del castillo impaciente por ver al pintor, llegando finalmente a la perta de la que ahora era su alcoba, quitando el seguro entro, Encre se encontraba dormido profundamente, era iluminado tenuemente por la luz de la luna que entraba por la ventana, su cara dormida tan pacíficamente, su pequeño y delicado cuerpo digno de una obra de arte, Fallacy seguía fascinado por el artista un comportamiento nada propio de él, en otras circunstancias lo habría matado la primera vez que tomo su sangre, pero no se hacía a la idea de dejar de ver a ese adorable mortal que tan cautivado lo tenía, cerró la puerta detrás de sí y cerro las cortinas, sumergiendo la habitación en una completa y profunda oscuridad, una persona normal no podría ver su mano delante de su rostro, pero un ser de la noche como Fallacy podía ver como si fuera pleno día, sus ojos amarillos se tiñeron de un intenso rojo mientras lentamente se acercaba al indefenso Encre, cuidando de no hacer ruido se colocó sobre él, siguiendo con su vista las facones de su rostro que parecía hecho de porcelana, la mirada fija del vampiro hicieron que el menor se sintiera incomodo, aun dormido podía sentirlo, despertó lentamente encontrándose con la completa penumbra frente a él, cuando movió su vista hacia arriba se topó con esos ojos carmesí que ardían como llamas fijos en él, el terror inundo al artista, sabia de quien se trataba, así que se quedó en silencio viendo esos ojos que lo hipnotizaban y atraían tanto como el al vampiro, cuando el mayor noto que despertó embozo una sonrisa aterradora, que de ser capaz de verla Encre hubiera huido aterrado, tomo las muñecas del contario y las coloco sobre su cabeza

-N-no-susurro nervioso

-Silencio-

Encre no tuvo más opción que obedecer, estaba nervioso al no ser capaz de saber que hacia su captor, sin saber cuál sería su siguiente movimiento, el vampiro acaricio suavemente la mejilla de este causándole un escalofrió, sus huesos eran lisos y suaves, tan puros, movió su mano lentamente desde su mejilla a sus cuello, desabrochando parte de la camisa de este viendo varios de sus huesos, sus clavículas y parte de sus costillas, el vampiro noto los múltiples tatuajes de espirales que se dibujaban en estos,

-Como te hiciste estas marcas?-

-..S-son de n-nacimiento- respondió en voz baja

-Umm...interesante-

El mayor siguió acariciando los huesos, siguiendo las marcas en estos, término de abrir la camisa de Encre, dejando al descubierto toda su caja torácica, el artista solo rogaba en su mene que acabar pronto, que el vampiro se fuera, que no llegara más lejos

El aroma del pintor le era tan embriagador a Fallacy que fijo su vista una vez más en el cuello de este, siguiendo sus instintos, acerco su boca a este y empezó a lamerlo, sacándole pequeños gemidos a este el cual sabía que era o que seguía, con cuidado los colmillos del mayor se abrieron paso por sus vertebras, causándole un gran dolor, dejo escapar varias lagrimas mientras hacia lo posible por no gritar, el sabor de su sangre lo extasiaba, lo hacia querer cada vez más, pasaron unos minutos y no se detenía, Encre sentía la fuerza abandonar su cuerpo, sus parpados ponerse pesados, y de un momento a otro se desmallo, a Fallacy le quedaba suficiente auto control para detenerse antes de terminar convirtiendo en polvo a contrario, lamió su herida para cerrarla, mirando una vez más al mortal bajo el, se lamió los restos de su sangre la comisura de sus labios y lo cubrió con la sabana, salió de la habitación satisfecho y se dirigió una vez más a su oficina, en cierto punto dudo si traer al artista del pueblo valdría el riesgo, pero por las sensaciones que podía experimentar con él lo había valido completamente