capitulo 33: marcas

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En la oficina del vampiro el y su hermano estaban en un punto muerto de su plática, después de unas horas se reunieron para hablar de lo acontecido con los lobos, y el este momento Fallacy lo veía con una cara de incredulidad

-...hablaste con la persona correcta?-

-sí, estoy seguro de ello-

-...creo que te equivocaste de persona o hasta de manada-

-no me equivoque, Mort acepto-

-...es una trampa-

Charles dejo salir un gran suspiro-por qué no me sorprende que digas eso-

-no hay otra razón para que él quisiera colaborar-

-si la hay, simplemente no es tan necio como tú, es bastante educado en realidad-

-educado? El perro sarnoso?-

-bueno pues ese "perro sarnoso" será nuestro aliado ahora-

-agggh porque te dije que sí?-

-porque muy en el fondo sabes que tengo razón Fally-

-odio cundo me vez con esa cara de "te lo dije"-

-yo odio cuando no aceptas que te equivocaste-

-veamos cuando le dura este teatro-

-ahh sigues siendo imposible hermano, pero en fin, aun nos faltan los magos-se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta- por cierto lo invite a una reunión en una semana- y sin más salió de la oficina dejando a su hermano enojado y frustrado

Fallacy soltó un largo suspiro y recostó su cabeza en el escritorio, la idea de que un lobo fuera a venir a su castillo no le era en lo mínimo grata, tenía muchas cosas en la cabeza, demasiados acontecimientos estaban pasando de repente, era muy orgulloso para aceptarlo pero también le preocupaba que se librara un guerra entre ellos y los mortales, sabía que aun con ventaja sería una enorme perdida y un inminente peligro para su familia, no se podía dar el lujo de eso

Sacudió esos pensamientos de su mente y se acercó a la ventana, miró fijamente el bosque con la mente en blanco, cuando las imágenes de los huesos de Encre que había visto no hace mucho llegaron a su cabeza

Involuntariamente un sonrojo amarillo tiño sus pómulos, llevo su mano a su boca en el acto, recordaba la sensación de las costillas contrarias en sus manos, el trazo de esos hipnóticos tatuajes, finos y gráciles que adornaban a la perfección esos delicados y puros huesos, huesos que parecían haber sido esculpidos por los mismos ángeles, tan suaves y lizos, sin imperfección alguna

El vampiro repetía esos recuerdo una y otra vez en su cabeza, delirando por ese momento en donde fue capaz de apreciar la belleza del cuerpo del pintor, antes de darse cuenta se estaba fantaseando con ir más lejos, con acariciar más ese cuerpo, sentir sus omoplatos, su humero, cada una de las vértebras de su columna, besar sus clavículas, tocar su fémur, pero sobre todo, la idea de cómo se sentiría besar al artista rondaba una y otra vez sus pensamientos

Su sonrojo no hiso más que aumentar, desistió de esos pensamientos antes de que fuera tarde, no quería seguir ilusionándose con eso, no podía imaginarse a Encre queriéndolo hasta ese punto y tampoco quería forzarlo, decidido a ocuparse en otra cosa se fue a la sala de piano a toca para relajarse

En otro lado del castillo, Suave siguiendo las indicaciones de su señor busco un botiquín médico y se dispuso a ir con el artista, Jasper por su parte ya se había olvidado de había pasado con Fibi, y salió de su cuarto a buscar a su mayordomo una vez más, al cual al poco tiempo encontró caminando por los pasillos, y rápidamente lo alcanzo siguiéndole el paso

Mi Pintor (Vampireverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora