Mi Pintor (Vampireverse)

capitulo 15 se aproximan

Si nos dirigimos a una parte profunda del bosque, una zona muy lejos del bosque y aún más lejos del castillo de Fallacy, en medio de las montañas podemos encontrar una serie de cuevas, en estas viven todo el clan de los monstros lobo, habían ocupado ese territorio durante generaciones, y el alfa de todos ellos era Mort, este era violento, cínico y territorial, mandaba en su manda con puño de hierro, y por supuesto tenía una gran rivalidad y odio por el rey vampiro, esto provocaba una gran cantidad de peleas entre su manada y el sequito de Fallacy, el lobo siempre busco la manera de deshacerse del vampiro, claro conocía los alcances del poder del vampiro así que no era tan idiota para intentar un ataque directo, pero procuraba mantener vigilado el territorio de este en busca de información en busca de una pequeña oportunidad para atacar, pero cierto día sus informantes llegaron con una noticia más importante, tres lobos se aproximaron a su alfa

-Qué averiguaron?-

-Jefe, Están llegando varios soldados al pueblo, al parecer el rey los envía para encontrar a Fallacy-

-Ja, el chupasangre al fin metió la pata eh? Tal vez no tengamos que mover ni un dedo para que su imperio caiga-

-Hay otro problema señor...esos guardias reales también están atacando a los de la manada-

-Que?-

-Los que vigilaban más cerca del pueblo fueron atacados por ellos, algunos murieron-

-Qué demonios?!, esos malnacidos, claro no iban a perder oportunidad para ir contra nosotros también-

-Qué hacemos? Ellos tienen armas de plata-

-Tsk...de momento que todos nuestros hombres se alejen del área, nadie ira al pueblo-

-Si jefe-

El lobo se retiró con sus camaradas dejando a Mort solo, estaba realmente molesto, pero sabía que ponía en riesgo a su manada si trataba de atacar, eso significaba dos problemas, los vampiros y los soldados, suspiro pesadamente y salió a cazar para enfriarse la cabeza, le apetecía escuchar algunos gritos de dolor

Mientras esto ocurría, en el pueblo llegaban los primeros guardias que había enviado el rey desde la capital, Eterna se encontraba muy ocupada organizando y registrando a sus refuerzos, pero había dos de ellos que sobresalían del resto, estos no eran soldados, eran mercenarios que el reino contrato debido a su falta de personal, sus nombres eran Masacre, un esqueleto de color negro con ropa elegante, con un peculiar ojo azul agua, y Cruz un esqueleto blanco con una cicatriz bajo su ojo y ropajes extravagantes, ambos trabajaban juntos y habían llegado ahí por mera curiosidad

-Interesante pueblo no?- pregunto Masacre su compañero

-Esta algo mejor de lo que pensé-

-No me sorprende que haya querido venir-

-Oh no, ahí vas otra vez-

-Que? No he dicho nada-

-No puedes hablar de otra cosa que tu maldito amor platónico, supéralo no va a hacerte caso-

-Oye oye, no seas gruñón Cruz, solo dije que me parecía lindo y que su arte era increíble-

-Si masacre te escuche, y las otras veinte veces también y lo estas volviendo molesto, ese tal Encre solo lo viste una vez, no creo que te recuerde -

-No importa, me conformo con verlo de nuevo, te lo juro era un encanto, y tenía una sonrisa...-fue interrumpido por su compañero

-También eh escuchado eso antes, pero es un pintor y tu un mercenario que mata por dinero, no puedo creer que nos arrastraste asta acá solo por tu amorío infantil-

-No puedes quejarte pagan bien por la caza de vampiros, y si no querías venir pudiste quedarte en la capital, acaso te asustan los chupasangre?-

-Por supuesto que no, y si te dejo venir solo seguro te matarían mientras estas distraído coqueteándole a ese tal artista-

-aww si te importo-

-aagghh no molestes-dijo molesto

Ambos mercenarios recorrieron las calles del pueblo para familiarizarse con él, trayendo las miradas de mucho, la situación del pueblo se convertía rápidamente en una amenaza para los seres que habitaban el bosque, la llegada de tantos guardias los mantenía en alerta, por supuesto lo vampiros no tenían oportunidad de conseguir sangre la de los mortales, sabían que se avecinaba una guerra, y que estaban en desventaja