Un Amor Qué Trasiende Barreras

Capítulo 13

Sus sonrisas

Una mañana fresca de asomaba por la ventana de la habitación,  una perfecta cabellera rubia se asomaba bajo las sábanas y pequeño gato negro se quejaba para que no lo movieran.

Adrien sonreía ante los leves reclamos de su kwuami. Con mucha suavidad salía de su cama y se estiraba levemente para eliminar todo rastro de sueño de su cuerpo. Se dirigió a las ventanas y observó el cielo parisino. La mañana estaba fría, los árboles mudan las hojas probocando un espectáculo natural al ver la perfección de cada árbol al observar sus ramas al descubierto. Todo era hermoso.

Adrien se metió a su baño, debía prepararse para asistir a clases, aunque estuviesen  preparando todo para el festival debía de presentarse en sus horarios habituales, además Marinette regresaría a las clases es día y se moría de ganas por verla.

Luego del baño, Adrien se vistió con algo de ropa calida, un pantalón negro, una camisa blanca con mangas y la bufanda que Marinette le había regalado, sonrió al recordar que la joven se la habia regalado por su cumpleaños.

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La chica de ojos azules se despertó temprano, preparó pan para la venta y se arregló para ir a sus clases, la mañana era fria, señal de que el invierno estaba cerca.

Marinette salía de su casa lista para ir a terminar las actividades de la obra, llevaba los vestidos que utilizaría para la obra al igual que algunos dulces para sus compañeros. Se veía muy bien, sus energías ya estaban mejor y su padre estaba perfectamente, su alegría había vuelto. Chat y ladybug estaban muy buen ahora, más alegría para su vida, pero eso no le detenía el temor de la pronta batalla que Tikki le había comentado.

La joven salía de su casa hacia la escuela cuando notó que un auto se detenía frente a la panadería,  u a hermosa cabellera rubia salía de este.

Adrien sonreía al verla mejor y se percató que iba muy cargada, corrio rápidamente a ayudarle con las bolsas de los vestidos para que esta estuviera más libre.

Buenos días Marinette, su sonrisa hizo que la joven se sonrojar a levemente, ese gesto enamoró un poco más al joven, no estaba seguro si eso era posible, no sabia si era posible amar más a la joven.

Bue, buenos días Adrien. Con una leve sonrisa la joven respondió el saludo del chico. Definitivamente si podía enamorar más a Adrien.

Los jovenes caminaban juntos y en silencio hacia el colegio, al llegar a este fueron recibidos por sus compañeros de clases, cada uno estaba contento de nuevamente ver a la azabache pero sobre todo de verla mejor.

Poco a poco fueron preparando cada parte de la escenografía,  los vestido estaban totalmente listos y por ellos todos colaboraban para que la obra fuera un éxito total,  todos deseaban ir de viaje y para ello debían ganar.

Cada salón de la escuela debía tener algún tipo de participación y la que mas atraerá gente tendía un premio, pero las actividades en el escenario eran el premio mayor. Algunos alumnos tendrían coreografías, otros cantos y ellos tendrían su obra, todos estaban a la espectativa de lo que podría pasar.

Cada salón deseaba ganar, por ello hacían hasta lo imposible para obtener el marvilloso viaje de una semana en un destino paradisíaco.

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La tarde transcurría con mucha tranquilidad.  Todos los jóvenes habían terminado ya la escenografía, era perfecto. El día sábado se presentaría la obra, seria por la noche y todos se sentían un poco nerviosos por lo que podría llegar a pasar.