Ya se habían reunido todos los miembros de la prisión y el baile había comenzado. Algunos disfrutaban con sus parejas, otros se quejaban de estas y otros aún las buscaban. Mientras unos pocos se ocultaban.
Jyugo se encontraba tras una columna del salón, ocultándose de los demás. No importa que le digan los guardias, no podía calmarse con tantos hombres mirándola.
—Toma —la voz de Honey la hizo salir de sus pensamientos —pensé que tendrías sed —le dijo dándole una copa con jugo y bebiendo champán de su propia copa.
—Gracias.
—Llevas toda la noche aquí, al menos siéntate.
—Tengo más resistencia de la que crees.
—Si ya. En Gogyosan casi te desmayas del cansancio por correr dos minutos.
— ¡No estaba cansada! Yo solo —se cortó bajando la mirada ruborizada.
— ¿Solo qué? —le intrigaba la reacción de la chica que había ocultado su rostro con su flequillo.
— ... taba... —susurró sonrojándose a más no poder.
— ¿Qué? Habla más fuerte o no te escucho.
— ¡Me apretaba el pecho! —exclamó volteándose.
— ¿Qué? —Se había quedado atontado por la respuesta — ¿apretaba?
— ¿Crees que es fácil hacerme pasar por chico? Siempre llevo vendas para aplanar mi pecho. Son tan apretadas que me cuesta respirar. Por eso es que me agito demasiado al correr, y por eso me ahogué tan rápido en Gogyosan.
— ... ¿Ahora también te cuesta? —preguntó desviando la mirada.
—No tanto. El corsé no es tan apretado como las vendas.
El famoso corsé del que había oído quejarse a tantas mujeres, ¿¡y no estaba tan apretado!? Ante esto el mayor no pudo evitar dirigir la mirada al pecho de la chica. El tope del vestido estaba más arriba de lo normal por lo que no había escote, pero sí que se notaba un bulto.
— ¿Qué tamaño tendrán? —hombre al fin y al cabo. No pudo evitar sonrojarse mientras se hacía esta pregunta.
—Si no miras a otro lado en menos de tres segundos te dejo ciego como a Musashi —le advirtió enfadada.
Ante esto el chico desvío la mirada, al tiempo que empezaba una tonada suave, perfecta para un baile de San Valentín.
—- ¿Qué tal si bailamos un poco? —preguntó cambiando de tema.— ¿Eh? ¿Tenemos que hacerlo?
—No es que tengamos, pero creo que es un desperdicio venir a un baile y no divertirse.
—Supongo...
— ¿Puede ser que no te hayas recuperado lo suficiente como para bailar? —le preguntó preocupado.
Si bien le habían dado el alta, Jyugo todavía tenía que atender a sesiones de rehabilitación, y le tenían prohibido correr o hacer deportes. Motivo por el cual no había escapado últimamente, ¿tal vez tampoco podía bailar?
— ¡No, no! ¡No es eso! Es solo que... No se bailar —confesó avergonzada.
—Oh, solo era eso. Entonces no hay opción. Yo te enseñare, así que —dijo para después hacerle una reverencia — ¿Me concedería este baile, my lady?
—Primero princesa y ahora dama. Hoy estás raro... —susurró la chica sonrojada, viendo la mano que le tendía para después tomarla —no te quejes si te piso.
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Pride (HoneyxJyugo)
Fiksi Penggemar¿Qué harías si la persona que más odias no sale de tu mente por más que lo intentes? ¿Y si tu orgullo no te deja acercarte a esa persona? Este mismo problema tenia nuestro recluso del ala 3 gracias cierto recluso de ojos arcoiris. •Los personajes y...