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Se asimilaba al dibujo. Parecía un sitio de la realecia, un piso cubierto de tercio pelo, cuadros con personas de una epoca medieval y sus trajes hermosamente extraños. En la parte de enfrente estaba el cuadro más grande y nuevo, por la frescura de la pintura y el brillo de la madera.
Reflejaba una bellísima mujer con un peinado sencillo, es decir, el pelo suelto y ondulado como el mío con una corona delgada con 4 piedras de color rojo, azul, café y plateado.
Sus ojos eran azules, una piel de porcelana con unas mejillas rosadas y delicadas.
Su cintura era de corcel luciendo un vestido sencillo pero muy elegante y divino.
La mujer parecía una diosa.
A lado de ella estaba un hombre pelirojo muy apuesto.
Sus ojos avellanas pequeñas pero encantadoras. Llevaba una chaqueta con tonos otoñales.
-Princesa Kira- escuche una dulce voz.
-¿Kira?- dije, quien rayos es.
-Princesa Kira- nuevamente la dulce voz, provenía atrás de dos tronos debajo del cuadro.
Salió una chica rubía, parecía una hada con su tez tan blanca.
Estaba vestida con un sencillo vestido suelto con manga larga adornada de listones brillantes.
Retrocedí espantada al ser descubierta.
Cada vez se acercaba mas.
-Lo siento, yo me voy enseguida- dije dando pasos hacia atrás.
-No, no te vallas. Princesa.
Esta chica estaba confundiéndose de seguro.
-De seguro se confunde, me voy no molestare mas.
Salí corriendo enseguida del lugar, pero al parecer la chica rubia me seguía. Esto estaba dando miedo.
-Princesa, lo lamento debí de tener más modales.
-Pero de que esta hablando- no emtedia lo que estaba pasando.
-¿No sabe quien soy?

- Yo no me llamo Kira y no soy princesa. Soy Nadia y vengo de Chicago.

- Que simpatica- agarro uno de mis mejillas.

- ¡Eleva dejala!- mire a la dirección de la nueva voz.

Una señora de mayor edad como unos 50 años. Tenía un peinado muy clásico. Y un vestido con una túnica gris.
-Se que no sabes que esta pasando- se acerco mirándome fijamente.
La señora daba algo de miedo parecía una persona estricta.
-¿Qué esta pasando?
-Te lo diré directamente- alzó la cabeza- Tú eres la Princesa  Sol.

Princesa del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora