CAPÍTULO 11: El primer día

124 2 0
                                    

-¡Pues sí que he empezado bien!-le cuento a mi compañero, confidente y espero que pronto algo más...Emilio, en un descanso que tomamos en el trabajo.
-Va, Ari no le des importancia, son cosas que pasan pero estoy segura que realmente Soraya no tiene nada en contra tuyo...Venga esta noche cuando pleguemos, vamos al pueblo a hacer unas cervecitas en alguna terraza.
-¡¡¡Vaaale....!!!-respondo yo toda emocionada.

El primer día está siendo duro...Estoy super despistada..Entre que me he levantado acelerada con la bronca de la víbora, encima estoy algo resacosa y además nunca antes he trabajado de esto...Vamos, que estoy haciendo un pleno. Suerte que la jefa es mi mejor amiga porque si no ya estaría de patitas en la calle.
En el turno de las cenas empiezo a estar algo más activa, me he ido a echar una minisiesta y una ducha fresquita que han sido mano de santo. Ya he recargado las pilas para el trabajo y para las cervecitas de la noche.

Voy con Sandra todo el rato, es muy maja...a la pobre no paro de hacerle preguntas y no se cansa de contestarme y ayudarme, de momento estoy siguiendo todos sus pasos porque en dos días ya comienzo a funcionar por libre yo sola. En un momento Sandra está atendiendo a unos australianos que están cenando...son un grupo de chicos surferos que rondan la veintena, ella lleva varios platos sucios para acercar a la máquina lavavajillas y me pide que los coja. En ese preciso instante, una mosca se me posa en la nariz y mientras soplo para que se vaya, la muy pesada sigue aposentada en mi nariz y como acto reflejo levanto una mano y "¡¡crash!!" todos los platos caen al suelo con su posterior ruido y rotura.
¡Qué bien! me está mirando toda la sala...y Soraya se acerca a mí con cara de pocos amigos.
-Ari, acércate un momento, vamos aquí detrás que te tengo que comentar una cosa...-la sigo, obviamente, resignada a la bronca que me tiene preparada.
-Ari, ¿qué te pasa? ¿no miras por dónde vas? ¿dónde crees que estás? Te recuerdo que este es uno de los hoteles con más categoría del país entero y desde luego no sé a quién se la has chupado para trabajar aquí... una pazgüata como tú, trabajando aquí...vas a durar menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Y ahora quita esa cara de tonta y mueve el culo que hay mucha faena.

Sin querer, las lágrimas brotan por mis ojos mientras camino nuevamente hacia el salón...Todos mis compañeros están pendientes de mí y noto en sus miradas compasión hacia mí...Sandra me dice que descanse, que ya queda muy poca gente y que ya he tenido suficiente por hoy...se lo agradezco enormemente, estoy deseando salir de allí.

Me dirijo a mi casita con paso firme, deseando llegar para entrar totalmente en berrinche y en la puerta me encuentro a mi ángel Emilio, que me da el mayor y más reconfortante abrazo que me han dado en mi vida.

No hablamos..sólo lloro. Nos mantenemos así un buen rato hasta que nos desenganchamos para mirarnos a los ojos, él me pregunta si estoy mejor y asiento con la cabeza. Soy la mujer más feliz del mundo en brazos de este hombre, miro a mi alrededor y pienso en la víbora de Soraya y lo mal que me lo ha hecho pasar y me siento tan a salvo con él...Entonces nuestros labios de acercan y nos damos el más dulce y delicado beso que he dado nunca...mi corazón late fuerte por el momento que estoy viviendo pero todo lo demás se sucede lento...
Después de estar flotando en el aire con tantos besos, abro la puerta ya que nos estamos muriendo de calor y en mi casita tengo aire acondicionado y seguimos besándonos...cada vez más apasionadamente hasta que al fin, nos empezamos a desprender de la poca ropa que llevamos, hacemos el amor y caemos exhaustos...él me abraza por detrás en modo cucharilla mientras dormimos.

Me despierto antes que él y disfruto de esos momentos de pereza mirándolo mientras duerme...Es realmente guapo y tan buena persona...creo que me estoy enamorando. Anoche fue mágico todo lo que sucedió...le empiezo a acariciar suavemente la barbilla y él abre los ojos mientras me sonríe...nos quedamos así mirándonos y sonriendo un buen rato...hasta que me dice:
-¡Buenos días mi llorona!
-¡Buenos días guapo..!

Nos vestimos rápidamente y nos vamos cada uno a su faena...él a dar masajes y yo a preparar las mesas para el desayuno...Cuando llego a la cocina, Ari está esperándome...

-¡Aix! ¡cabecita loca! ¿qué vamos a hacer contigo?
-Tía, lo siento mucho de verdad...estoy haciéndolo todo fatal - y sin poder evitarlo rompo otra vez a llorar.
-¡Ei, ei, ei! ¡Mi niña! Esto sí que no, quiero que sonrías lo mejor que puedas y vuelvas a comerte el mundo...ayer tuviste un mal día...como todos podemos tener, pero yo sé que eres fuerte y además una persona muy responsable ¿verdad?
-Sí, sí, por supuesto Carla, no volverá a ocurrir algo como lo de ayer...
Me da un beso en la mejilla y marcha corriendo ya que tiene reunión a primera hora.

El día pasa sin incidentes y además estoy tan atenta que estoy aprendiendo a la velocidad de la luz. Sandra me confiesa que sintió mucha pena con lo que me ocurrió ayer, pero le quito importancia...Esta noche vienen unas personas muy famosas en el país a cenar al hotel y tiene que estar todo perfecto.


Bienvenidos al paraísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora