Las Campanillas Azules Son Para Siempre

Capítulo 9: Confesiones del castillo

[Chesnaught]

Pasó una semana antes de que me recuperara por completo. Mientras yo pensaba que la espera sería una tortura, en realidad no fue terrible, por tener visitantes pasar por pasar el tiempo. Me gustaría dar una conjetura en el visitante más frecuente. Honestamente, me encontré más feliz de tener Greninja visita, más que nadie. Se enamoraba de mí más de lo que hacían los caballeros, pero no demasiado, lo que sorprendentemente vino de Delphox.

-¿Estás seguro de que no necesitas nada más? -preguntó el mago del zorro.

"Tengo algunas pociones diferentes que podrían aumentar tu resistencia durante el día, pero te caerás duro en tu cara al caer la noche. También, podría lanzar una maldición de remedio que aumentaría tu flujo sanguíneo si eres- "

-Delphox, estoy bien -insistí.

"Todo el mundo se ha detenido y se ha ocupado de mí toda la semana. Estoy listo para volver otra vez."

-Gardevoir me matará si no me aseguro de que todo esté listo para salir -dijo Delphox.

"¿Estás seguro de que estás en plena forma, sin manchas en los ojos o signos de mareo cuando te levantas?"

"No."

"¿Dolor de garganta?"

-¿Me parece doloroso? ¿Congestión o entumecimiento en cualquier parte? "No".

"Ok, necesito que apretar los dedos, hacer un puño y doblar-"

-¡Delphox! Grité Gardevoir no tiene que preocuparse, y no tienes que preocuparte, estoy vivo y estoy bien, ¿de acuerdo? "...

¿Estás cien por ciento seguro de eso?" -insistió él.

"Estoy un mil por ciento seguro," afirmé. Y me voy, si me quieres o no. El mago me lanzó una mirada desagradable, pero luego sonrió y se alejó de la puerta. Cuando lo abrí, vi a Greninja caminando por el pasillo y se detuvo cuando se acercó.

-Oh, hola Chesnaught -dijo con timidez.

"Te levantaste temprano." -Es tarde de noche -señalé el sol poniente de las ventanas.

"Uh ... te esperaba mañana", se corrigió Greninja. Lo vi sosteniendo un libro verde en su brazo.

"¿Que es eso?" Lo señalé. Greninja lo levantó de debajo de su brazo.

"Es de la floristería de la ciudad, tengo uno cuando fui con Escavalier".

"Limpio", sonreí. La señora Lilligant de la ciudad también disfruta de leer sobre su copia, y yo misma tendría uno si no siempre repasaba todo conmigo. Sus ojos bajaron mientras él asintió.

-De acuerdo, Lilligant -murmuró-.

"Um ... ¿hay algo malo?" Yo pregunté.

"No, es simplemente ... nada importante," se encogió de hombros. De todos modos, debería irme ...

"Espera, ¿a dónde vas?" Le pregunté mientras se alejaba.

-Tengo práctica con Accelgor -explicó Greninja-.

-Sólo ... quería pasar por aquí antes de irme. Nos quedamos en silencio mientras él se ruborizaba y rebotó en las bolas de sus pies.

"Um ... Yo ... debo irme ahora.

A-Agradable verte".

Greninja se volvió para alejarse, pero le cogí la mano por impulso.

"¡Espera!" Se giró hacia atrás y me miró mientras sentía que mi cara se quemaba.