Colorless

Heartless - 1

Mirando el cielo nocturno cual nubes no están presentes, he de notar que simplemente esta lleno de estrellas de tamaños grandes al igual que pequeños y que la luna ha desaparecido de la vista de todos como si se tratara de un simple espejismo en donde el satélite natural no existiera ni es nombrado por nadie. Entre pasos firmes me eché andar en las calles oscuras, los pocos postes de luz iluminaban mi camino, lleno totalmente de un profundo silencio que penetraba mis tímpanos, pensaba el como acabé hasta aquí lleno de monstruos que solo buscan la muerte y destrucción aunque lo más curioso es la razón del no pertenecer en este mundo desde hace muchos años. Es aquí donde todo empieza a dar un giro inesperado de trescientos sesenta grados a contra de los mortales y su futura extinción por causas que yo desconozco, para su desgracia no puedo entrometerme en estos problemas ya que estaría abusando de mi poder e inmortalidad, no me gusta sonar ignorante al igual que insensible pero lastimosamente esa es la realidad. 

Desde hace unas horas no he parado de andar por el simple hecho que no puedo hacerlo ahora que se desataron las bestias quienes ahora se encuentran buscando de donde alimentarse, es apacible no usar violencia por el momento. Hace un rato escuché disparos desde lejos y es la causa que me encuentre caminando con un simple destino, refugiarme antes de ser encontrado.

Había una tan suave que recorría todo mi ser, sin embargo hay algo que me trae mala espina desde hace un rato que me encontraba solo haciendo que detuviera mi camino. Mirando arriba de unos edificios lo logré ver, un corrupt me seguía de cerca pero su sigilo no era lo suficiente para atacarme hasta matarme... Pobre monstruo... Metiendo lentamente mi mano en el chaleco negro sacando lo que es un cuchillo proseguí caminando como si nada estuviera pasando, pensará que su juego va como lo deseado pero sin embargo se equivoco de persona, puedo sentir su presencia desde muy lejos aunque sería una lastima que lo atacara sin antes hacer que se divierta. En uno de esos escuche una fuerte caída teniendo encuesta que ya me empezaba a perseguir, poco a poco sonaba dichos pasos más fuertes haciendo girarme bruscamente para luego atacar, estaba corto de golpearme o arañarme aunque evitaba el daño en mi ropa o mi cuerpo, seré franco: ¡esta ropa no es nada barata de acuerdo! No me tomó tanto tiempo para acabarlo con una simple arma de cuerpo a cuerpo, al arrancarlo de su cabeza me puse de pie para ver gotear la sangre de ella.