La hija de Lord Voldemort (Harry Potter Y Tú) [Terminada]

•12- He vuelto•

*Vista de Harry*
Las puertas se abren de par en par y Ginny interrumpe en la sala.
-¡Harry Potter!
Doy un salto hacia atrás en el asiento. Toda la sala está mirándome.
-¿No vas a contestarme?
Trago saliva.
-Esto... No montes un escándalo Ginny, por favor... Luego te lo explico...-intento calmarla.
-¿Luego?- hace una mueca.- No hay más tiempo.
Su tono de voz ha cambiado drásticamente.
De pronto, el cuerpo de Ginny empieza a deformarse creando el terror en la sala.
Lord Voldemort está en medio de la sala sosteniendo un frasco.
-Poción multijugos- dice.
-¡Voldemort!- grito enfurecido.-Dónde está Ginny- exijo saber.
-Tanto tiempo sin vernos y lo único que me dices es eso...- hace una mueca de dolor.
-Dónde está- repito.
-Traerla.
Mis ojos se abren de par en par al ver a Ginny amordazada y atada en manos de unos mortífagos.
-¡Sueltala!
-No, no, no. Ella lo ha querido así, ¿verdad querida?- se gira hacia mi esposa.
Ginny asiente mientras le caen lágrimas por las mejillas.
-¿Qué le has hecho?
-¿Yo? Yo solo la haré más feliz...- se ríe.
-¿Qué quieres decir con eso?
Voldemort se gira hacia Ginny.
-¡Crucio!
Ginny empezó a retorcerse por el suelo de dolor.
-¡NOOOO!- grité.
Saqué mi varita y me enfrenté a Voldemort.
Un mortífago se puso delante de él parando el hechizo.
-¡Avada... Kedavra!
La varita se me calló al suelo y yo caí con ella, Ginny yacía inmóvil en el suelo.
-¡Mamá!- gritaron mis hijos a la vez.
-No... No... Esto no es real...- susurré.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Un golpe sordo se oyó de fondo mientras Voldemort reía sin piedad.
La profesora ______ apareció por la puerta con un aspecto totalmente diferente.
Vestía una túnica morada y llevaba el pelo recogido en una coleta que le llegaba hasta media espalda, estaba empuñando su varita.
Voldemort se giró para mirarla y ver que era lo que había interrumpido su espectáculo.
-Pero mira a quién tenemos aquí...- volvió a reír.
-¡Huye!- le grité.
Ambos me miraron.
La cara de ______ expresaba terror y confianza al mismo tiempo.
Las siguientes palabras que ella dijo me dejaron sin aliento.