The Kyubi Wears Prada

Cambio

A la mañana siguiente.

Naruto entro a la oficina y aventó su abrigo y su portafolio al escritorio de Sasuke.

-Buenos días –trato de decir con una de sus mejores sonrisas falsas

-Necesito que me contactes con Isaac

Y así los siguientes días pasaba lo mismo y eso incluía ridículas tareas.

Ve por mi nuevo Smart phone que aún no sale a la venta
Debido a esa tarea tuvo que pararse enfrente de una tienda que ni si quiera abría y empujar a todos los que se acumulaban en la entrada para conseguir el dichoso Smart phone y tuvo que arrancárselo de las manos a una loca.

Necesito que mis perros y gatos dejen de pelear.
Y así empezó la tarea de ser intermediario entre sus mascotas

-Por última vez ¡dejen de pelear tontos animales! –en eso, los gatos sacaron sus uñas- no...ni si quiera se les ocurra...

Y todos los gatos le saltaron encima y lo arañaron, dejándole muchas marcas en su perfecta piel blanca.

Consígueme helado de bombón, no lo he probado.
Recorrió todas las heladerías de la ciudad y por poco llegó al siguiente estado hasta que encontró un lugar donde podías fabricar tu propio helado y ahí, casi rayando en la súplica, pidió a los encargados que le fabricaran uno de bombón.

Revisa los frenos de mi auto
Era un Mini Cooper de los más costosos del país y hasta de los más costosos del continente y tenía que probarlo en las ajetreadas calles de Nueva York, y eso casi le cuesta la vida cuando unos inconscientes se le cerraron por detrás y casi le hacen un mínimo rayón a la pintura, sabía que por más mínimo que fuera eso le costaría su trabajo con el que pagaba la renta, pero que en realidad odiaba.

Las niñas irán a jugar Gotcha, consígueles las mejores pistolas y balas.
-¿Y esto? –decía mientras examinaba la pistola y sin querer jalo del gatillo y...si, su cara termino pintada y casi se le rompe la nariz.

¿Dónde está el papel que traía en la mano ayer?
Haz un hoyo, excávalo, rellénalo, vuelve a excavar, así hasta que te canses
Quiero que le hables a mi ex esposa y le digas que debe cuidar a las niñas
Dile a mi esposa que deje de hacer berrinches
Repara mi computadora, se trabo
Quiero un café bien caliente en 5 minutos.
Contrata otra sirvienta, la última se robaba mis chocolates.
Y así pasaban las semanas en las que el abrigo y el portafolio de Naruto caían en el escritorio de Sasuke y con ellos más ridículas peticiones.

-¿Ya tienes a Demarchelier? –Grito Naruto desde su oficina.

-Un momento –marcó el teléfono que ya se había aprendido- Naruto Uzumaki quiere hablarle... ¡Tengo a Patrick! –gritó para luego empezar a guardar las cosas de su escritorio- por suerte es viernes, ¿no lo crees? –Le hablaba a Gaara como si fueran los mejores amigos- ¿harás algo divertido el fin de semana? Yo saldré con mi novia a ver Chicago pero antes tendremos una cena especial...entonces dime, ¿harás algo o no?

-¡Sí! –Le respondió gritándole y dándole mala cara el pelirrojo

La conversación terminó ahí. Ya en domingo por noche Sasuke estaba en un restaurante elegante y bastante costoso con su novia, hacían todo lo que las parejas normalmente hacen, conversar de sus trabajos, mirarse largamente como unos tontos mientras de vez en cuando se decían palabras bonitas.

-Sasuke...-le hablaba Karin- sé que te has esforzado mucho y...solo quiero que sepas cuanto aprecio todo el esfuerzo que haces, tu jefe es un ogro y tu trabajo apesta pero aun así lo haces para que estemos bien.

-Es bueno sentirse apreciado, en el trabajo nunca recibo ni un mínimo "gracias"

-Yo puedo darte todo lo que quieras Sasuke –le dijo sujetando su mano y acercándose con toda la intención de besarlo cuando...