2:50 de la madrugada
Fumando desde mi ventana comienzo a pensar que ha pasado en mi corta existencia.
Debiera sentirme contenta por la noche de pasión momentánea que algunas horas tuve en casa de ella.
Debería tener una sonrisa, debería sentirme relajada, debería...
Fuí su regalo de cumpleaños...
Enciendo otro cigarrillo y aun no encuentro el porqué, me siento tan enredada. Ella, aquella mujer tan espectacular no supo hacer que mis deseos tan carnales y sexuales me llevaran a tantos lugares como las otras veces.
MINUTOS ANTES
-Estas bien?
-Solo necesito caminar
-Estas loca? Mira las horas que son
-No me importa, necesito estar sola
-Hice algo mal ? Es mi culpa?
Me siento a su lado, le doy un beso en la frente, le sonrío y tomo su mano.
-No has hecho nada, al contrario, me haz hecho sentirme viva otra vez.
Sé que no me cree, sabe que hay algo más.
Tomo mi ropa y comienzo a vestirme, miles de preguntas que salen de su boca y no contesto ninguna.
Abro la puerta y comienzo a salir, ella trata de detenerme y solo pido soledad.
En medio de la noche y con el frio de la dulce madrugada, camino por la calles vacías de la ciudad. Paseando en cómo decirle a ella que lo nuestro no va para más, sé que sabe pero ella tampoco desea que esto acabe. Solo somos amigas y también amantes...
La luz de su coche me recuerda que me sigue e ilumina mi camino, aceptando acompañarme de esa manera sin hablar, agradezco por la conexión que nos tenemos y lo complejas que podemos ser.
Llego hasta mi apartamento, me detengo y me acerco a su auto, mientras toco su ventana.
-gracias por acompañarme
-de verdad que no te entiendo a veces
-no tienes que hacerlo
-quería que estuvieras conmigo toda la noche
-sabes que me es imposible
-lo sé
Agacha un poco su rostro y comprendo que está a punto de llorar. Tanto ella como yo, conocemos nuestros límites...
-pasa un feliz cumpleaños
Le beso tiernamente, deseando estar con ella todo el tiempo posible. Lastimosamente ella debe estar con alguien más
MOMENTO ACTUAL
y ahora desde mi ventana sonrío, porque a pesar de nuestras idas y venidas, sabemos que siempre estaremos unidas de una forma a otra.
Reviso mi celular y miro sus fotos de cuando era pequeña. Recuerdo que las tomé cuando estábamos en su cuarto abrazadas riendo de alguna tontería. La beso con ternura inmensurada.
Le llamaré, sé que volveremos a caer en la tentación, pero por el momento ella debe cumplir con su papel de novia fiel y yo de su sombra y momento de desliz de la cual ella y yo no podemos escapar.
Por lo pronto abrazo a mi compañero fiel sonriendo y sabiendo que habrá una próxima vez.
