Entre tantos recuerdos,
Entre tantas historias,
Llega este desenlace...
¿Sabías que cuando veía tus ojos, la inmensidad de la calma me abrazaba?
¿En algún momento lograste ver que eras tú a quién en la oscuridad intentaba llamar?
Cada día me pregunto que hubiese sucedido si estuvieras aún aquí, pero ni el viento o la soledad de nuestro lugar ha podido contestarla.
Me siento tan culpable al estar frente de ti, en este pequeño espacio llena de color verde y una piedra fría que consigo lleva tu nombre...
Si era yo quién debía tener ese fatal adiós ¿Porque te tenías que irte tú?
¿Porque nunca me dijiste lo que vivías en silencio?
Vuelvo a leer y releer la última carta que me escribiste y dejaste en mi mesa de noche, dónde me agradeces por haber aparecido en tu vida y haberte hecho tan feliz...
Sólo que está vez no concuerdo contigo, porque soy yo quién estaré eternamente agradecida por haberme sacado de las sombras y me demostraste en el corto tiempo que vivimos nuestro amor, que los colores que usamos para pintar nuestro destino, es la que definirá nuestro futuro incierto.
