"Cuando un bebé sufre cólicos se observan estos síntomas: tiene la tripita muy dura, frunce el ceño, aprieta sus puños, se retuerce flexionando las piernas y su cara se enrojece. Y ello con un llanto fuerte."
El reloj marcaba las dos de la mañana, León lloraba con toda la fuerza que sus pequeños pulmones le proporcionaban.
Harry caminaba de un lado a otro moviendo al bebé en sus brazos. Tenía los largos rizos con mocos y saliva de su retoño, había unas ojeras debajo de sus ojos y uno de ellos se cerraba solo.
Louis estaba preparando la bañera del bebé, Harry había leído que darle un baño podría ayudar.
—¡Lou!—el grita mientras camina al baño, la bañera que ellos usan es donde bañan a León, el ojiazul está sentado en la taza del baño, brazos y piernas desparramados. Ronca levemente y Harry se quita su pantufla azul para aventarsela. El hombre da un salto y soba su cabeza—¿¡Por que coño estás dormido!—Harry observa con una mueca que su esposo se ríe—¿¡Qué es tan gracioso!? —el bebé llora mas fuerte y Harry lo mece más.
—Dijiste coño—dice Louis y suelta una risita, se levanta y bosteza. Camina hasta la bañera y toca el agua, cuando comprueba que la temperatura es buena cierra la llave. Empieza a quitarse su ropa hasta quedar desnudo y se mete al agua—Dame a mi bebé.
Harry camina hasta la bañera, él ya le había quitado la ropa al niño. Se lo da a Louis y él también empieza a desnudarse.
La bañera es bastante amplia, esa fue una de las condiciones de Harry y como Louis ama consentirlo él consiguió la más grande que había. Cuando está dentro, recarga su cabeza en el borde y cierra los ojos.
Ese día él se había levantado a las 7:30 a darle comida a León. Lo llevó al súper a comprar el mandado para la semana, visitaron Sophia y a Gemma, salió con Niall y su pequeño bebé (el niño es dos meses más grande que León, Niall y Harry tienen la esperanza de que sean mejores amigos de grandes) llegó a su casa a las 7 y se puso a hacer la cena. Louis llegó a las 9 y cenaron. A la una de la mañana (media hora después de que ellos terminaron de hacer el amor) su pequeño se despertó llorando. Hasta eso, el niño era considerado.
—Harry—Louis toca con su pie el muslo de su esposo.
—No me pongas tu pie de bruja, asqueroso.
Louis ríe un poco y observa a su bebé. El niño ama el agua, ya no llora y mueve sus piernas como una pequeña rana.
—Creo que ya no le duele—menciona Harry.
—Mira esto—Louis sonríe y saca a su bebé, el pequeño empieza a llorar y el mayor lo mete de nuevo a la tina viendo como se calma, Louis carcajea.
—No seas mamón, Louis. Ya estás grande.
Louis ríe fuerte y el bebé sonríe moviendo más sus piernas.
—Sostén su cabeza para darle un masaje en la panza—Louis hace lo pedido y Harry se acerca más, observa el torso de su esposo, no entiende como es que tiene músculos si se la pasa comiendo, en cambio el come una papita y aumenta mil kilos—¿Te duele mucho, mi amor?—le pregunta a su retoño con voz melosa—Papá es un hijo de perra ¿verdad?—el tono de su voz no cambia—¿Quieres que te consiga a Chris Evans de papá, Leo?—Louis frunce el ceño y con los dedos de sus pies pellizca la pierna de Harry—¡Que no con tus pezuñas!
—Pues no molestes a mi bebé... además ¿Qué tiene ese esteroides que yo no?
—La estatura.—El bebé chapotea en el agua mientras balbucea y sonríe—¿Viste?...León quiere a Chris Evans como su papá y Dios sabe que yo quiero que ese hombre me empotre en la pared.
—¡Harry!—el mayor vuelve a pellizcar a Harry y el rizado solo ríe—tú y tu calentura inapagable.
—¿Qué quieres que haga? Ese hombre me prende to-do.
León va cerrando sus ojitos por el sueño, Harry aún sigue masajeando su estómago. Unos minutos después el pequeño se queda dormido en los brazos de Louis, Harry sale primero y se envuelve en su bata. Toma al bebé y lo cambia muy despacio (le pone un traje que le regaló Selena y un "saco" de dormir regalo de Niall, le dijo que le recordaría siempre a su papi Harry), el ojiverde no sabe a quien agradecerle porque su cuchurrumin no se despertó. El ojiverde lo observa y se derrite ante la hermosura de su hijo.
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Suspira y camina de nuevo a su habitación. Cuando entra, unos brazos lo estampan en la pared. El aliento de Louis choca contra su boca y el mayor habla.
—Vamos a ver si sigues queriendo que te empotren en la pared.
Y si algo es seguro, es que León es bastaaaaante considerado pues no despertó hasta las 7 de la mañana del siguiente día.
