PRÓLOGO

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PROLOGO

No recuerda como paso, simplemente paso, se decía, era totalmente inevitable. No hacia el intento de olvidarlo porque sabía que era más que imposible.

"Era pecado"

Amar a una persona de tu mismo género, estaba mal, no era como si eso fuera lo peor, ni que fuera el fin del mundo. Pero muchas personas no opinaban igual, los estereotipos nunca faltaban, por eso lo mantenía en secreto.

Nunca se lo dijo a nadie, tampoco tenía a quien decirle a excepción de su hermano, y ese era el problema, ¿Y si su hermano sentía asco? ¿Y si ya no lo miraba como siempre? No podía vivir con eso. Definitivamente no podría.

A él no le importaba realmente lo que las personas vieran o dijeran, el problema era como se lo tomaría su hermano, eso era lo importante.

Si, su hermano era lo único que le importaba, los demás se podrían pudrir en el infierno y no le importaría, mientras tuviera a su hermano nada importaba, solo lo necesitaba a él.

Qué vergüenza, no tendría el valor de verle la cara a su fallecida madre, que era toda una creyente de Dios, pero si lo pensaba bien, ni su madre era tan santa.

Ni si quiera quería hablar o nombrar a su padre, en lo único que estaba agradecido con él era que al igual que su madre le dieron la vida a él y a su hermano, después no les importaba en lo más mínimo.

Su madre había pecado al enamorarse de su padre que era el mismo demonio en persona, Tal vez por la sangre demoniaca que tenía en sus venas lo incitaba a cometer pecados para alimentar al demonio en su interior. Un demonio que poco a poco iba creciendo, y él bien sabía que algún día ya no tendría uso de razón en él, y cuando ese día llegara lo iba a lamentar y mucho, no por él sino por su hermano, si bien este había sido el heredero de Satanás no quería decir que él fuera por completo humano, tenía sangre demoniaca, y estaba creciendo, no quería hacerle daño a su hermano, primero deseaba suicidarse que levantarle la mano encima, y ni hablar de su amor por él, si, por su hermano, por su gemelo, por el único amor de su vida, estaba seguro de que no amaría a nadie como lo amaba a él.

Era un pecador, él lo sabía y lo admitía, pero era inevitable sentir celos cuando veía que chicas y hasta chicos no le quitaban la vista de encima a su hermano, tampoco los culpaba pues su hermano era bien parecido, y aunque él también no quería decir que podían verlo como una exhibición, y el deseo de decir que era suyo por más que esas palabras quisieran salir de sus labios no lo harían, su hermano no lo iba a aceptar, y aunque le doliera estaba bien, mientras estuviera a su lado y lo viera sonreír, estaba bien.

"EL PECADO DE AMARTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora