"EL PECADO DE AMARTE"

CAP. 1: "BESÁNDOTE"

Respirando tranquilamente, Yukio abrió los ojos lentamente, deslizó su brazo por las sábanas blancas y le dio un vistazo a su despertador, eran las cinco de la madrugada, quedaban dos horas más, tenía tiempo para hacer eso.

Se levantó de la cama con una sonrisa en los labios y sin ponerse los lentes como era de costumbre, salió de la habitación que era solo de él, caminado por los pasillos.

cuando su padre adoptivo falleció, su hermano y él habían dejado de dormir juntos, a la edad de once años para ser exactos, Yukio lo decidió porque sin su padre quería decir que su hermano y él estaban solos en la casa, y como en ese entonces entro en la pubertad era inevitable que su mente pensara en cosas indebidas. Por eso tomó la decisión de que cada uno tuviese su habitación personal, tampoco quería aprovecharse de su hermano ahora que ya no tenían un padre y tutor, aparte de que le guardaba mucho respeto a su padre adoptivo que cuido muy bien de ellos.

Camino por los pasillos y llegó a una puerta, el cuarto de su hermano mayor, abrió la perilla y entro silenciosamente, desde la primera noche que su padre adoptivo falleció hacia eso, aún recuerda esa noche, su hermano estaba raramente serio y silencioso, y por primera vez en su vida vio como actuaba como un hermano mayor, esa noche también había entrado a su cuarto y lo encontró acurrucado en una esquina con lágrimas en las mejillas, lo abrazó y duraron así hasta el día siguiente.

Sinceramente Yukio experimente muchos sentimientos aquella vez, cuando lo abrazó y acaricio sus cabellos negros, antes de que eso sucediera Yukio a las justas se percataba de sus sentimientos hacia su hermano, pero cuando él lloró y rogó que nunca lo abandonara, no hubo duda alguna.

Estaba enamorado de su hermano.

Se fue acercando a la cama del cuarto, se detuvo y lo contempló como todas las noches lo hacía. Estaba precioso. Cual gato estaba acurrucado y respiraba tranquilamente justo como su expresión, cuando dormía parecía como si fuese otra persona, incluso parecía más joven, la sonrisa de Yukio no desapareció cuando se sentó en la orilla de la cama y acerco su mano a ese delicado rostro y le quito unos mechones rebeldes de sus ojos. Como amaba esos ojos. Lástima que estuvieran cerrados, pero si estuvieran abiertos su plan desde hace años se irían y recibiría el peor golpe de su vida, y lo decía en todos los sentidos.

Se rió bajo por ese pensamiento, pero así era su hermano y así lo amaba. Mucho.

Dirigió sus manos en sus mejillas y pulgar a los labios del contrario, Yukio siempre le encontraba raro que su hermano tuviera una apariencia tan delicada y suave. Incluso era más bajo, por eso muchos pensaban que Yukio era el mayor.

-Rin-susurro.

Siempre le decía hermano, pero cuando estaba en estas situaciones le decía por su nombre, tal vez porque quería hacerlo y ya, decir el nombre de su sentido y razón de vivir.

-Rin, te amo.

Se preguntaba si algún día se lo diría cuando estuviera despierto, tal vez nunca. Pero se quitaría un gran peso de encima, algún día.

Abrió un poco los labios de su hermano y lo beso cerrando los ojos, saboreando y deleitándose con sus labios suaves. Dios, se sentía tan bien, su boca era tibia, sus labios eran suaves y su sabor era dulce, no podía ser más perfecto.

Pero todo tiene un final, y ese llegó cuando la falta de aire se hizo presente, Yukio estaba tan acostumbrado y perdido en ese beso tan adictivo que podía estar así por más tiempo, pero su hermano no. Rin empezó a retorcerse y a gemir un poco al sentirse ahogado, Yukio se sobresaltó por esto y se apartó, terminando el beso y dejando que Rin respirase un poco agitado y con un leve sonrojo.