Descifremos algunos enigmas, querido Diario: Vino tía Beba a visitarme para ver mis regalos. Abulinda hizo el chiste de retarla por que no entraba con disfraz de camuflaje. Yo me sonreí, pero no le pregunté si la mandaba mamá a espiarme, por que tía sería incapaz de traicionarme. No sé como son hermanas esas dos; el día y la noche, agua y aceite, nada que ver mamá y Beba. ¡Gracias al cielo! Nos abrazamos un montón. ¡Estoy tan contenta con el libro de cartas de amor que armó artesanalmente para mi, con tapas de papel que ella misma recicló! Lo encuadernó cosiendo las hojas con un cordón de seda azul, anudando en las puntas con una cuentas de madera y cerámicas que, al colgar y chocarse en Entre sí, le pusieron hebras de música a cada página. ¡Precioso! En la carátula pegó una foto antigua de ella besándose con Beto y en la contratapa una de nosotras dos. ¡Desprende amor por todos lados! Es que para tía también ah sido muy emotivo cederme la historia de su romance. Dice que es como pasarme su mejor herencia en vida y que yo sabré que hacer con esas cartas más que buenas lecturas. Ay.. si a mí un novio me escribiera: "tus ojos ven más allá de la frontera de mi universo y hacen habitable ese mundo nuevo que construiremos", yo también lo esperaría el resto de mi vida.
Abu quiere a tía Beba como a una hija, aun que no sean parientes directos. Rezonga (y su cuota de razón tiene) que mis viejos son los que se divorciaron, ella no, y no es su problema ni cuestión de aceptar que le arebaten con leyes de bienes gananciales el cariño bien invertido por tantos años.
¡Más que a mi mamá la quiere! Bueno, no es para menos, si mi vieja, además de haberse separado de papá, es insoportable. Todo tiene que supervisarlo. Todo debe hacerse como ella dice. Más enfermera parece gendarme. Se cree una sabelotodo.. ay, ay. ay.. Si como madre es pesada, mejor no pensar lo que debe haber sido como nuera. Abuela y tía Beba siempre aparentan estar del lado de mamá cuando se arma una discusión, pero terminan apoyándome a mí aunque sea con una mueca. Y así debe ser: al fin y al cabo yo soy más familia de mi Abu, más del palo con mi tía, que mi propia madre.
Tía Beba dice que esa tarjeta misteriosa es de muy mal gusto, más allá del diseño (que es horroroso, sin dudas). Cómo alguien bien nacido pudo entregarme un mensaje anónimo en mi fiesta de cumpleaños. (Yo sé que es un modo de decir eso de mal nacido, y que tía no lo dijo para ofenderme, pero yo, que no sé exactamente ni que día vine al mundo, ni donde, ni nada.. ¿Seré bien nacida?.. Si hasta me inventaron la fecha de nacimiento en el juzgado, a partir de un estudio en los huesos de mi mano, que me hicieron de bebé, para que el juez eligiera entre el 9 y el 15 de octubre y finalmente dispusiera el 14 en mis documentos. Por otra prueba genética, también supimos que soy afrodescendiente.)
Les mostré el famoso dije y tanto Abu como tía confirmaron que era idéntico al que aparecía sobremarcado en la tarjeta misteriosa. Me pareció que las dos se estremecieron un poco. Abuela corrió a buscar una gaseosa y galletas para pasar el momento. Cuando regresó le pregunté si ella me había visto con esa medallita cuando mis padres me trajeron del juzgado. No se acordaba. Insistió con que lo colsultara con papá. Tía Beba afirmó que yo llevaba puesta esa medalla con una cadenita en el cuello, pero no habló más. Quedó pensativa y algo esquiva (¿me pareció?) así que arremetí contra las galletas, mientras Abu sacó a relucir la muñeca de porcelana que me regaló tía Celina. Para no ser menos, me calcé las pantuflas fucsia con orejas de conejo. Tía Beba se probó el camisón de Barbie y por fin las tres nos retorcimos en carcajadas recordando algunas anécdotas de mi infancia y chismoreando sobre los trajes y peinados de algunos invitados en la fiesta.
Completamos la panzada de risas viendo el montón de fotos que tomó tía Beba con su cámara digital (Por que cuando nos tentamos ¡somos de atar!.. Abu con su válvula urinaria floja.. tía que llora y le viene el hipo.. y a mí me da por atragantarme.. un verdadero escándalo hicimos..) "¿Quién es esa? ¿Quién es ese que se ve tan alegre? ¿Y aquellos que bailan apretados?" , preguntaba Abu casi incrustando sus lentes sobre la pantalla de la cámara. (Peor cuando la lengua se nos desató.. ¡Otra que programas de chimentos!..)
Apareció una foto de un hombre que ninguna conocía (un tipo joven para ser viejo y un vejestorio para ser mi amigo). "Un colado", dije. Pero quedé muy intrigada, ¿Quién sería? ¿Con quién habría venido? Alto, morocho. Bastante mal vestido, como si el traje le quedara grande. Definitivamente, no podía ser amigo de mis amigos con esa facha. ¿Tl vez vino con mis primos desde Litoral?.. Raro. Un camarero no podía ser por que no llevaba uniforme. ¿Alguien de la empresa para supervisar el servicio? Tal vez..
Ya anocheció. Me voy a dar un baño por que está por llegar Marianella. Alquilamos una película. Ella trae maíz para inflar en microondas. Noche de cine en casa de Abu. Tan vez invitemos a un par de amigos más. Veremos cómo viene la mano.
Hasta mañana -- Tuya.
PD: No puedo con mi genio de lectora de novelas policiales y tengo que unir datos para descubrir la incógnita. Tarjeta anónima+hombre desconocido en una foto de mi cumpleaños= Posible sospechoso. Y sí, si tiene cuatro patas y ladra, es perro.
ESTÁS LEYENDO
El Jamón del Sánguche
Novela JuvenilGraciela Bialet Bueno, ¿Por dónde empiezo mi propia historia?... Aver... Sí, sí. Me tienen podrida. Tironeada de acá. Tironeada de allá. Al fin y al cabo yo era hija única Y ahora, que mis viejos hicieron la suya, Aparecen hermanos por todos lados...