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Hoy es mi gran día, nunca en mi vida creí que llegaría hasta aquí. Me encanta la leyenda de Drácula, y le he invertido mucho tiempo a mis investigaciones. Anhelo observar delicadamente el castillo, poder palpar sus reliquias, e imaginar como el conde torturaba a sus enemigos. Siempre he mantenido mi postura firme sobre él, fue un gran defensor de la patria.

Estoy en un colectivo, no se encuentra en buenas condiciones, pero no me preocupa porque yo solo quiero llegar. Tengo todo preparado, mis libros de investigaciones, un cuaderno, una lapicera y lo más importante, mi cámara fotográfica, que no me la podía olvidar. Es significativa por si llego a atinar algo paranormal en el castillo, otro deseo profundo que tengo.

Jamás en mi vida estuve tan ansioso como en este momento, acaba de avisarnos el chofer que llegaríamos aproximadamente en unos 10 minutos. Me senté al lado del pasillo del colectivo, y no había ningún lugar disponible como para sentarme al lado de la ventana. Dio la casualidad que la señora que estaba al lado mío, se levantó y supongo que fue al baño. Entonces, aproveché para poder asomarme, y fue grandioso, se veía el castillo, que por cierto era muy bello. Ya imaginaba como sería todo el recorrido por el lugar, mi inquietud por saber cómo era el interior de la estructura era desmedida.

Aproveché para comer unos snacks que parecían vencidos, pero el hambre me disipaba. Inesperadamente el colectivo se detuvo, pero no habíamos llegado. Todos bajamos para ver qué había sucedido, al parecer el transporte se había quedado sin combustible. El chofer nos dio la orden de que lleguemos hasta el lugar caminando ya que solamente quedaban unos metros. Subo devuelta al colectivo para recoger mis pertenencias, y veo caer del techo una medalla. No había nadie, estaba solo. Supuse que fue producto de la imaginación, pero para comprobarlo me acerqué y la agarré. Realmente, no fue mi imaginación. Era una medallita con la letra "D" estilo gótico. Automáticamente la relacioné con Drácula, así que la guardé en mi bolsillo. Bajé del colectivo y se cayó mi cuaderno de investigaciones. Encontré una nota, que por cierto no la había escrito yo ni ningún amigo mío, porque la letra no la lograba reconocer. Tenía escrito una frase que no la entendía bien, creo que decía "Tú lo tienes y nadie más", en un color rojo bordó, parecía sangre seca. La guardé en mi mochila, pero me dejó dudando, porque no sé realmente lo que tengo y que nadie más lo tiene.

Comencé a caminar solo, porque los demás ya estaban allí con los guías escuchando atentamente toda la historia, algo que no me interesa porque para algo investigué. Sentí una brisa de aire cálido que recorría mi cuello lentamente, y decidí darme vuelta, creo que fue un impulso más que nada. Cuando lo hice, vi a alguien esconderse detrás del colectivo. Primero, una medalla bastante extraña que caía del techo de un colectivo en mal estado, luego una carta que parecía estar escrita con sangre, y ahora una sombra. No tengo miedo de nada y menos a una persona, puedo afrontar muchas cosas. Dicen que la curiosidad mató al gato y embarazó a la mujer, por eso fui a ver detrás del transporte si había alguien, o si eran los snacks vencidos que me hacían alucinar. Repentinamente escucho al chofer que me habla, la verdad que no le entendí, pero me señaló a los demás turistas. Supuse que querría que vaya allí, y para no tener problemas me fui.

Mientras iba caminando, saqué mi cuaderno con la lapicera para comenzar a anotar todo lo que me había sucedido, como si fuera mi diario secreto. Nunca supuse que me pasarían estas cosas fuera del castillo, en fin. Anoté detalladamente todo, desde que encontré la medalla hasta esa misteriosa sombra. Quería ser un detective en ese momento, lograr resolver ese enigma (o sea, descubrir qué era o quién provocó la sombra) pero me terminó dando más importancia el recorrido por el castillo. 

Terror en cautiverioWhere stories live. Discover now