B L O O M | Colección poemaria

Síndrome de Estocolmo

Empezar de nuevo
Con aquello que no sirve
Que puede ser muy útil
Mas no tiene combustible.
Palabras encerradas
En baúles con candado:
Polvorientas y roñosas;
Las llaves he olvidado.
Cual atleta lesionado
En reposo y con descanso
Cuando vuelve no es el mismo
Ha perdido ya su encanto.
Teclas inertes
Capaces de dar vida
Capaces de dar luz
Cupables de estos días.
Un intento fastidioso
De hacer que esto funcione
No quiero ir dando tumbos
No quiero decepciones.
Confusión desmedida
Frustración desvocada
Alma desastroza
Mente acalorada.
Horrible sentimiento
Me acongoja hasta el aliento
Detesto las palabras
Se burlan de mi intento.
Repeticiones absurdas
Reanudar sin sentido
Las teclas hoy son malas
No concuerdan con mi estilo.
Enemigos invisibles
Inútiles imaginarios
¿Es peor que no existan?
¿O que los haya inventado?
Sacar, explotar
Renacer, sulfurar
Extraer, maldecir
Estallar, ya callar.
Instinto en peligro
Sonidos asfixiantes
Ayuda, me ahogo
Ayuda, socorro.
Inquietante sensatez
Aclamada estupidez
Visitantes no esperados
Alarmantes invitados.
Que no sea en vano
Por favor léase bien
La mejor lupa
Solo es la sencillez.
Sentidos de más
Emociones de más
Soy una ingrata
Vida de más.
Un reloj
Una estrella
Un pestillo
Una idea.
Un cohete
Una flecha
Una aguja
Una vela.
Razocinio descuidado
Somnoliento y malherido
Avergonzado porcentaje
De lucidez; qué desperdicio.
Escondite averiguado
Laberinto ya encontrado
Detective sin trabajo
Traficante ya arrestado.
Miedo y decepción
Inocencia y desazón
Desorientado caminante
Curioso y torpe infante.
Manos averrantes
Imperfectas ayudantes
Analogías idiotas
Aun así no se agotan.
Desperdicio, tiempo
Malabares, un nexo
Accidentes provocados
Pensamientos cosechados.