Era última hora, 25 minutos más y podría volver a mi casa. Estábamos en clase de biología, la asignatura que menos me gustaba y más aburrida me parecía.
Estaba sentado en última fila, así que el profesar no podía verme.
No entendía que estaba explicando, creo que algo de tejidos, células y esas cosas, así que decidí sacara las manos por la ventana para que las gotas de agua que caían de las negras nubes que oscurecían el cielo me refrescaran, pero la rapidez de la persiana al bajar, casi amputándome el brazo y el fuerte sonido del golpe me hicieron retroceder hasta caerme de la silla.Cuando me levanté, aún dolorido por el golpe y extrañado de que no hubiera ninguna risa por mi caída o una bronca por parte del profesor por interrumpir la clase, miré hacia donde debería de estar el profesor pero no había nadie.
Al no ver al profesor miré a mis compañeros, pero sus caras pálidas, sus ojos tan abiertos y el inhabitual silencio que albergaba ahora la clase me hizo pensar no obtendría respuesta a mis preguntas. Aún así intenté preguntarles pero ni siquiera se movieron, solo miraban hacia adelante, como estatuas.Decidí irme de allí lo antes posible, tenía un mal presentimiento sobre lo que podría pasar. Al salir de mi clase note algo extraño, en la decoración pero no le di importancia y corrí escaleras abajo para llegara a la planta de abajo y así poder irme de aquel maldito instituto.
Las escaleras parecían eternas, a pesar de esta en el tercer piso parecía que había bajado más de diez plantas, así que me detuve. Miré a mí alrededor y observe que seguía en el tercer piso. Atravesé corriendo el enorme pasillo que dividía las clases pero al llegar al final me di cuenta de que volvía estar en el mismo punto.
Desesperado intente abrir alguna de las clases pero todas estaban cerradas. Estaba atrapado en aquel punto.Como última opción decidí volver a mi clase, mis compañeros ya no estaban en la misma posición que antes ahora todos estaban girados y con las manos tapándose los ojos como si no quisieran ver lo que pasaba. Miré en la pizarra y en ella estaba dibujado lo que parecía un monstruo y la figura de una persona asustada, la cual se parecía bastante a mí.
"¡No hace gracia!" les grité, pero no obtuve respuesta. Lo único que oí fue un extraño sonido proveniente del pasillo, asustado corrí hacia mi sitio al fondo de la clase y me escondí tras mi sitio apretándome la cabeza con las manos intentando despertar de aquella pesadilla.
El chirriante grito que sonó desde el pasillo pero ahora mucho más fuerte y cercano me hizo levantar la cabeza y entonces lo vi, aquel extraño monstruo que estaba dibujado en la pizarra se acercaba lentamente hacia mi desde la puerta entre mis compañero que ahora con una sonrisa demoniaca y unos ojos rojos me señalaban como si delataran al monstruo mi posición.
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Minihistorias
RandomBastantes pequeñas historias de todos los géneros que espero que os gusten mucho.