Minihistorias

Nadie

Se despertó asustado. Peor, aterrorizado, el corazón le latía con fuerza, respiraba con dificultad y tenía todo el cuerpo con tensión.
Se levantó y miró la cama, no había nadie. Se dirigió al dormitorio de su hija, tampoco había nadie. Se dirigió al salón, tampoco estaban allí. Siguió registrando las habitaciones hasta que llego al baño.
A pesar de no haber nadie, su reflejo en el espejo le hizo recordar. La sangre por su cuerpo le devolvió los recuerdos sobre lo que había hecho, sobre lo que les había hecho.
Volvió al salón y miró por la ventana, entonces tomó una decisión, volver a verles.