[Narra alexa]
Me desperté maldiciendo al despertador y estampándolo contra la pared (vamos, como siempre). Me vestí, me duché y me preparé para otro día de insti. Cogí las llaves y el móvil, y ni me molesté en coger la mochila, ya que no hacía nada en clase, excepto vaguear.Al salir del edificio, ''alguien'' me tiró un casco de moto. Mis reflejos no me fallaron, así que lo cogí y miré quién era...
- JE..., ya se ha recuperado el salido... – dije en voz alta y con un ''sutil'' tono burlesco.
- Tu eres la que me provoca, así que no me eches las culpas... - Me dijo poniéndose el casco el castaño.
- Ah claro, y ahora tengo yo la culpa de que se te levante, ¿no?
- … - Se quedó callado un momento - Tu ganas, pero sube, vamos a dar una vuelta – dijo más rojo que un tomate.
- Por supuesto tomate – me reí, me puse el casco y subí a la moto.
- Agárrate fuerte a mí – me dijo.
No le hice ni caso. Me sujeté en las barras del portaequipajes (quién no sepa de dónde digo, son unas barritas, que están a los lados de donde se sienta el de atrás, para sujetarse) y le sonreí burlona.
- Con que esas tenemos ¿eh? - Dijo el castaño devolviéndome la sonrisa.
Arrancó la moto y, a los pocos minutos, ya íbamos a gran velocidad dando vueltas por Weston.
Mike, a veces, hacía el caballito con la moto para que me acobardara y me sujetase a él, pero yo ya estaba acostumbrada a hacerlo con mi moto, así que ni me quejé y simplemente le sonreía por el retrovisor.
Se suponía que deberíamos estar en el instituto, pero ese día decidimos no ir y echar el día juntos.
De repente, dio un frenazo delante de un edificio abandonado, se quitó el casco y se bajó de la moto, yo le imité.
- Si en la primera cita llevas a una chica a un sitio como este, es normal que te dejen – le dije burlándome de él.
- ¿Desde cuándo es esto una cita? - me dijo con sonrisa picarona.
- Desde el momento en que acepté subirme a tu moto, guapetón – le guiñé el ojo y le tiré el casco – y que conste que no voy a citas con cualquiera. - Este sonrío, cogió los cascos y los guardó en el maletero.
Primero, fuimos andando a una hamburguesería que había por la zona y, mientras comíamos nos hacíamos burlas el uno del otro. Cuando terminamos de comer, dimos una vueltecita y cuando quise darme cuenta eran las 5 pm. Después de decirle la hora, el castaño me llevó de vuelta al edificio abandonado, abrió la puerta con una llave que estaba escondida por ahí y entramos.
- ¡¡Bienvenida a mi palacio!!
Miré al rededor, y no me esperaba que estuviese tan bien decorado, ya que por fuera parecía un edificio en ruinas.
A la izquierda habían unas escaleras, que deducí que llegaban a la azotea, y una puerta que llevaba al baño; a la derecha una nevera repleta de comida y bebida, un sofá gigantesco y una mesa con varias partituras esparcidas; en el centro un gran escenario. En él había dos micrófonos en el centro, a la derecha una guitarra, a la izquierda un piano y al fondo una batería.
De los servicios, salió un tío bueno (para qué lo vamos a negar...) de mi edad, con el pelo albino y las puntas negras, los ojos dorados y vestía ropa de la época victoriana. ''¡¡Como ami!!'' pensé. Aún así estaba como un tren. ''¡Chu! ¡Chu! ¡Chucuchú-chucuchú!... ¡¡Chu-chú!!''
- ¡Por fin te dignas a aparecer, mike...! ¡Oh! ¿Y ella es...? - Dijo el albino acercándose a nosotros.
- Ella es... - Iba a responder el castaño por mí, pero le interrumpí. A saber lo que se inventaría..., así que simplemente le interrumpí.
- Soy su vecina, alexa, pero llámame alex.
- Encantado de conocerla señorita alexa, es todo un placer ver una hermosura como tú por estos lares. -Dijo mientras hacía una reverencia y me besaba la mano - Mi nombre es Lysandre, pero llámame Lys. Encantado. - Terminó mostrándome una sonrisa.
- La encantada en conocerlo soy yo, y también es un gozo para mí ver a alguien tan educado como tú, Lys. - Hice una reverencia y le respondí con otra sonrisa.
Mike nos miró con una cara rara..., estaba celoso..., se notaba a trillones de kilómetros....