—Salta ya de una vez, maldición.
Sí, claro, como no era él quién saltaba. Bucky se asomó una vez más desde el borde de la plataforma, no es que le diera miedo, pero por lo general sabía dónde iba a caer.
—¡Cierra la boca, Stark!
—¡Sólo salta!
Bucky lo miró una vez más, ¿debía creer en él? No lo sabía. Nada le aseguraba que al saltar no se encontraría con la muerte. No es como si Stark lo hubiera perdonado por la muerte de sus padres.
—Recuerda—le dijo Tony, tras él—Solo tienes que destruir ese archivo. Sólo eso, no puedes cambiar nada más. Y volverás aquí el día que caíste del tren.
—Más te vale—murmuró.
—¡Salta!
Bucky asintió, tomó vuelo y brincó desde la plataforma. Abajo lo esperaba un torbellino nebuloso y extraño. ¿De dónde había sacado eso Stark? Era un genio malvado. ¿Cómo había dicho que se llamaba eso? Ah, sí... agujero de gusano.
Fue envuelto por una materia desconocida. Sintió como si su cuerpo comenzara a derretirse, dolía como el infierno. No era una misión para nada, era su muerte, una muerte perfecta, orquestada para que nadie sospechara de Stark y mucho menos Steve. No quedaría nada de él ¿verdad? De eso se trataba... Bueno, pues, ese loco se había tomado muchas molestias. Caía en pedazos, verdaderos y pequeños pedazos. Se desintegraba mientras caía, pero su mente seguía clara, seguía ahí. Era una sensación muy extraña.
Y de pronto, sintió el piso bajo sus pies una vez más, abrió los ojos y tomó una fuerte bocanada de aire. No estaba muerto. Se palpó el cuerpo, el rostro. Estaba sudando pero estaba completo y cuando digo completo, es completo. Su mano izquierda, esa que minutos antes era de metal, era de carne y hueso una vez más.
—¿Bucky?
Una voz femenina lo sacó de su ensimismamiento. Parpadeó. A su alrededor la gente bailaba, y sonaba música de los cuarenta. Frente a él estaba su última cita antes de partir a la guerra. Había regresado en el tiempo, pero lo había hecho en su propio cuerpo de esa época. Era bastante conveniente, si lo pensaba, así no estarían dos cuerpos en el mismo espacio al mismo tiempo.
—¿Estás bien, Bucky?
—¿Dónde está Steve?—preguntó casi por instinto.
—No lo sé, se quedó allá atrás. Dijiste que estaba bien y que iríamos a bailar sin él.
—Disculpa, tengo que irme—nada más decirlo giró en redondo. Escuchó a sus espaldas que la chica le gritaba algo. No podía evitarlo, tenía una misión que cumplir. Y el tiempo se le agotaba.
Corrió tanto como pudo por las calles. Había dejado a Steve en aquel lugar de reclutamiento, tal vez aún lo podría alcanzar. Tal vez...
Lo vio, era el Steve del pasado, delgado y pequeño. En las manos llevaba un folder. Bucky conocía la historia, Steve ya había sido aceptado en el ejército y muy pronto se convertiría en el Capitán América. Ese era un suceso en el que no podía interferir. Pero...
—¡Steve! ¡Hey, Steve! —patinó cuando llegó a su lado. Y tuvo que retroceder un par de pasos.
—Bucky, pensé que te habías ido con...
—Aguarda—tomó aire. Su cuerpo no era el mismo y aunque siempre tuvo condición física aun no era el soldado del invierno. Le faltaba el aire y se apoyó en el hombro de su amigo, mientras recuperaba la respiración.
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Stucky Series
FanfictionSerie de One-shots STUCKY (Steve x Bucky) 1.James Buchanan Barnes siempre ha tenido un éxito rotundo con las chicas. Educado, amable atento,alto, fuerte, de transparentes ojos y sonrisa traviesa. No había, en teoría, un solo "pero" que se le pudi...