—¡Hey, Barnes! ¿Qué tanto haces? ¡Acércate, hombre!
Bucky dobló la hoja de papel y la guardó en el bolsillo interno de su abrigo antes de acercarse un poco más a la fogata que él y sus compañeros de guardia compartían. Aún estaban lejos de zona de peligro, así que podían permitirse un poco de luz y calor en una noche helada como esa.
—¿Qué es?—Dum-Dum le señaló el pecho, justo dónde había guardado la hoja de papel— ¿De tú novia?
Bucky tomó asiento entre dos de sus compañeros y aceptó de buena gana un trago de bourbon. Sonrió, pero no negó ni afirmó nada.
Dum Dum rió —Yo también deje una chica—dijo y como si eso fuera el cerillo que enciende la mecha, todos comenzaron a hablar de sus novias y/o amantes.
Bucky los escuchó en silencio, él no tenía nada que decir al respecto. La carta, era una carta que había estado escribiendo desde hace un par de días, nunca había terminado de hacerlo, había muchos tachones, y cada vez que la releía se sentía más inseguro respecto a ésta. Pero no era algo que quisiera compartir con sus compañeros. Si bien, en tiempos difíciles como esos, los compañeros de batalla se convertían en el hombro más cercano, ya fuera para llorar o para reír, él no podía abrir tan fácilmente sus sentimientos.
—¿Y tú, Barnes?
—¿Eh?
—La chica que dejaste ¿cómo es? Cuéntanos.
Todos lo miraron y guardaron silencio. Bucky abrió la boca pero no salió nada. Sentía la presión. Se trataba de una plática de hombres y cualquier cosa era válida. Había escuchado de todo de labios de quiénes lo rodeaban, desde la anécdota de un tonto enamorado de una chica a la que ni le dirigía la palabra, hasta la anécdota más obscena, pero nada como lo suyo.
—No creo que...
—Vamos, Barnes, todos tenemos a alguien.
—Sí, háblanos de la chica de la carta.
—No seas tímido.
Todos rieron, pero guardaron silencio cuando Bucky sonrió y se rindió a sus peticiones. Clavó la mirada en el fuego crepitante de la fogata y comenzó a hablar.
—Tiene... el pelo rubio y unos hermosos ojos azules, largas pestañas...—comenzó—. La primera impresión que te dan sus ojos es la de tristeza, pero cuando logras sacarle una sonrisa, tienen un brillo especial, no sabría explicarlo.
—Suena a que es una preciosura.
Bucky sonrió.
—Es muy fuerte, a pesar de no tener la mejor salud del mundo. Rendirse no es algo que este en su naturaleza. No hay nadie así, al menos, no que yo conozca.
—¿Cómo la conociste?
—No lo sé. Hemos sido amigos desde niños. Tal vez desde que nacimos... no lo sé.
—ohhh—todos hicieron una exclamación que tenía el propósito de avergonzarlo.
—El clásico "amigos de la infancia". No, amigo, estás muerto.
—Seguro cuando regreses ya se habrá casado.
—Y te recibirá con los brazos abiertos, diciendo "Bienvenido, amigo. Te presento a mis hijos."
La sonrisa de Bucky se borró poco a poco, al tiempo que los demás reían.
—Hey, no lo molesten. O se pondrá a llorar aquí—bromeó Dum Dum y le tendió de nuevo la botella de bourbon—. ¿Dónde la dejaste, amigo?
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Stucky Series
FanfictionSerie de One-shots STUCKY (Steve x Bucky) 1.James Buchanan Barnes siempre ha tenido un éxito rotundo con las chicas. Educado, amable atento,alto, fuerte, de transparentes ojos y sonrisa traviesa. No había, en teoría, un solo "pero" que se le pudi...