El Juego Inicia

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-Debemos conseguir un profesor, urgentemente –Me repitió por décima vez.

-Ya lo sé, Britt.

-¿Por qué tan obstinada?

-Lo siento, es que… Estaba pensando que tengo que adelantar la venganza.

-No te vuelvas loca con ello –Me comentó indiferente- de todas formas él ya me ha herido otras veces.

Apreté mis puños con ira y me levanté con brusquedad del sofá, caminé de un lado a otro, estaba en verdad enfadada.

-Estuviste molesta todo el día en la escuela, el resto del día de ayer y por lo visto la tarde de hoy… Si sigues así, _______ ten por seguro que se dará cuenta de tus planes.

-Ya capte tu punto.

-Ahora, concentrémonos, ¡Oh! ¿Cómo pude olvidarlo?

-¿Olvidar qué?

-¡Chris! Recibió el año pasado clases de baile.

Alcé una de mis cejas y la miré divertida.

-Dato interesante.

-Hay que llamarlo.

-Hazlo.

Luego de escuchar una llamada bastante empalagosa, Brittany me sonrió satisfecha demostrándome que él había aceptado la propuesta, justo hoy en la noche iniciábamos y se puede decir que el entusiasmo de mi querida prima había aumentado notablemente con nuestro nuevo maestro, pondría todo mi empeño y concentración, lo haría por mi familia.

-¡Hey, me llevo el auto! –Exclamó saliendo.

-Pero… 

-Usa un taxi.

Esta cerró deprisa la puerta dejándome con la palabra en la boca.

-¡Joder! ¡Yo no sé la dirección! –Le grité con la esperanza de que pudiera oírme.

Le llamé unas cuantas veces y noté que su celular repicaba a mi lado, lo había dejado ¡EN LA MESA!

-Fuck –Susurré.

Enseguida le llamé tres veces a Christian el cual respondió algo abrumado.

-Necesito la dirección, ¿O se te olvida que me dejaron varada?

-Te la paso por un texto pequeña enojona.

Gruñí y enseguida la recibí, tomé mi chaqueta de cuero y mientras bajaba las escaleras rápidamente me hice un pequeño moño dejando suelto algunos mechones para cubrir parte de mi rostro.

Al llegar le pagué al taxi y le agradecí sonriente, había estado todo el camino escuchando mis quejas acerca de mi vida los últimos meses y fue bastante amable al hacerlo.

Justo en la entrada se encontraban Chris y Britt mirándose y charlando en susurro, carraspee y estos me notaron conduciéndome hasta el lugar donde ensayaríamos, era un inmenso auditorio, Me senté en el extremo del escenario mientras Chris le explicaba continuas veces a Brittany como realizar un paso inútil de baile, esto sería IMPOSIBLE.

-Lo intentaré en el escenario, ¿Va?

-No creo…

-¡Vamos! –Le interrumpió- me he hecho toda una experta.

-Ten cuidado.

Esta maniobro de una manera bastante desequilibrada y calló justo en brazos de Chris riendo cual estúpida.

-Joder… -Susurré.

-Practiquemos –Me dijo animada.

-De acuerdo.

Me coloqué de pie y la música comenzó a sonar, por un momento me perdí, sintiendo cada paso, cada nota y cada conexión que había entre ambos, moviéndome con delicadeza hasta que escuché aplausos y abrí mis ojos para encontrarme con Bieber y cinco chicos más.

-Si supieras todo lo que se me pasó por la mente –Le susurró uno de los chicos a Justin.

-Dulzura, lamento aguarte la fiesta, pero pagamos por esto, lo necesitamos justo ahora.

-¿Ahora? ¡Pero nosotros tenemos que ensayar! –Exclamé.

-¡Chsss! No te alteres primor, esto es más importante, ya practicaras tu mierda otro día –Me comentó con indiferencia.

-Eres la mierda más asquerosa en el planeta, Justin.

-¡Hey! No uses ese vocabulario chiquita, se ve terrible en una dama como tú.

-Justin… Las chicas… -Susurró Chris.

-Chris, ya sé que estás con la niña de allá –Señaló a Britt- pero joder, ¿Acaso te quitaron tu licencia de hombre?

Todos rompieron en risas y Chris apretó la mandibula, yo bajé a paso lento y sonriendo con hipocresía hacia Bieber y al estar lo suficientemente cerca susurré.

-El problema para medias neuronas como tú en meterse con fuego, es que antes de que alguien pueda chasquear los dedos te estás quemando.

-Te dije que no le rogaba a las mujeres, ¿Qué esperas? ¿Mis disculpas? No nenita, eso no va con Justin Bieber.

-Aunque… Si quieres quedarte… -Dijo el tercer chico analizándome y mordiéndose el labio.

-Ensaya en mi cama –Me sugirió uno de ellos.

-Te vas a arrepentir.

-¿De quitarte el auditorio o de propasarme?

-¿Propasarte? –Susurró Britt.

Este me tomó de la cintura y rozó mis labios mientras recorría con una mano mi cintura, sin besarme mordío mi labio inferior mientras yo me mantenía en estado de shock, al reaccionar traté de golpearlo en la entrepierna y este tomó la pierna con la que lo habría intentado y subió su mano hasta estar totalmente cerca de mi trasero.

-¡Idiota te vas a lamentar! –Dije soltándome de su agarre y empujándolo.

Este comenzó a reir y nos despidió burlón con la mano, Britt y Chris estuvieron todo el camino en silencio impactados por lo que acababa de ocurrir, yo maldije unas cuantas veces y al llegar a casa grité hasta despojarme de mi ira.

EL JUEGO COMENZÓ.

No es mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora