Dedicado a: Ouatagus , espero y te guste 💕
Regina estaba al tope con los pedidos de la pastelería, no tenía ni un momento para respirar.
Robin sabía lo mucho que a Regina le gustaba su trabajo y lo importante que era para ella, pues consideraba a ese negocio su bebé.
Cada vez que él podía ir a visitarla a la pastelería trataba de ayudarla con algo, ya que no quería que se agote demasiado y termine más estresada de lo que ya estaba.
Esa semana Robin no se había pasado por ahí, lo que hacía que Regina se pusiera triste y más aún cuando ella misma sabía que todo era por causa de su trabajo.
Era miércoles y el último pedido de la semana era un pastel de compromiso, al parecer el destino quería reírse de ella, pues ella había soñado con ese momento desde hace mucho y se intensificó cuando conoció a Robin.
El pedido era de un pastel de un piso color blanco con decoraciones rojas y doradas y las letras de color negro que ponían "mi reina, ¿quieres casarte conmigo?", otra ironía del destino, Robin le decía mi reina.
El pastel tenía que ser entregado el jueves por la tarde en Granny's, le habían pedido que fuera elegante porque como todo iba a ser una sorpresa tenía que pasar desapercibida.
Por la mañana del jueves fue el cartero quien la despertó, pues le tenía que entregarle un paquete y ¿un ramo de rosas? Regina no tenía ni idea de lo que se trataba, pero al leer la nota que traían las flores entendió todo. El regalo era departe de Robin, era supuesto forma de pedirle disculpas por haber estado ausente durante la semana, pero que el viernes iban a tener el mejor día de todos.
El paquete que acompañaba las rosas también era departe de Robin quien al parecer dio en el clavo con el obsequio, era un vestido el cuál era perfecto para la misión que tenía en la noche.
Faltando una hora para entregar el pedido Regina se preparó y le mando un mensaje a Robin agradeciéndole por todo y explicándole lo que haría durante esas horas.
Cuando llegó a Granny's vió todo iluminado y decidió entrar como si fuera una cliente común y corriente, pero para cuando ingresó al local se percató en que solo había una mesa para dos y nada más, o eso creía.
Camino tres pasos como máximo y vio como alguien se le acercaba, ese alguien era Robin. Él estaba completamente elegante como si la cena fuera su cena, o esperen, quizá si lo era.
Robin se acercó más a ella y le dio un corto beso en los labios para luego pedirle que la acompañara a cenar.
Para ese punto Regina tenía la cabeza toda revuelta, ¿era Robin quien había pedido el pastel? y si así era ¿todo eso quería decir que él quería pedirle matrimonio?
Robin, ¿qué es todo esto?, ¿tú fuiste quien ordenó el pastel?.- preguntó Regina
Valla lo descubriste pronto, me lo esperaba eres demasiado inteligente al igual que hermosa.- respondió Robin logrando que Regina se sonrojara levemente.- así que como ya sabes de qué va la cosa, te lo preguntaré Regina Mills, mi reina ¿te quieres casar conmigo?.
Sabes que no era necesario que me ignoraras por cerca de una semana para lograr planear tu sorpresa, porque de cualquier modo aceptaría.- dijo Regina sonriendo.
Entonces ¿eso es un si?.- volvió a cuestionar Robin, quien también estaba sonriendo.
Es más que un simple sí.- afirmó Regina.
Te amo.- dijo Robin
Y yo te amo más.- respondió Regina.
Disfrutaron del resto de la noche y comieron del pastel que ella había preparado. Y como Robin había prometido el viernes fue un maravilloso día, el primer día en el cual ambos eran el prometido del otro.
