He guardado la foto, voy a abrir el sándwich, y me doy cuenta de que he cogido el equivocado, yo quería el de lomo con pimientos, pero este es de una mezcla rara de sabores, lleva cangrejo, tomate, atún, y una salsa de un color poco apetecible. No parece que vaya a tener buen sabor, pero me importa poco, tengo hambre y es lo único que tengo para comer.Ya a pasado cuarto de hora, el sándwich no es lo peor que he comido en mi vida, pero sé que la Próxima vez miraré bien lo que me compre en un minimarket de una estación de tren.
Miro por la ventana que tengo a mi derecha, el paisaje parece no moverse pese a la velocidad del tren, es como estar viendo constantemente la misma imagen, una verde colina repleta de salvajes amapolas, que bailan al son de la brisa, un águila que vuela libre mientras sus alas acarician el viento.