Ave de Oro

7. La ira de Amon

Notas del capitulo:
Advertencia: Este capitulo contiene algo de GORE.
Y he aqui actualizando de nuevo, jeje no quiero hacerlas esperar mas de lo que ya han esperado uwu
Sin mas disfruten el cap.

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Capitulo 7: La ira de Amon.

Habían pasado dos horas desde el encuentro entre el príncipe y el heredero, este ultimo aun no despertaba y su cuerpo herido se debatía entre la muerte y la vida. El ser angelical, había partido del palacio por ordenes mismas del dios del sol. Ahora, con sus alas abiertas se encontraba en medio de un enrome desierto, donde algunos pocos arboles se asomaban y una que otro cactus se aparecía. El divino ser permanecía en silencio con sus ojos cerrados con suavidad esperando escuchar la voz de su dios. Entonces, a pocos metros de el se posa en una rama un águila. El joven sabiendo de sobra de quien se trataba abrió con suavidad los ojos y enfoco sus orbes amatistas en el animal, el cual era una gloriosa águila de plumas doradas completamente y unos ojos azules como el cielo que se extendía sobre las cabezas de todos los habitantes del pueblo egipcio.
"Mi fiel ángel... Mi ira caerá sobre el heredero, le daré un escarmiento que lo hará entrar en razón una vez por todas. Pero antes de ello, te tengo que encomendar una breve misión..."
Estoy a sus ordenes Gran amon... -le dice con tono servicial inclinando su cabeza ante su presencia.
"Necesito que escojas de este lugar, cuatro bestias salvajes. Estas Bestias prestaran sus cuerpos para dar lugar a los espíritus mas salvajes e iracundos que están bajo el servicio de Seth, Estos animales van a darle el castigo al joven Faraón. Elige sabiamente a aquellos seres que consideren merecer este honor..."
Sin mas, el Ave parte perdiéndose en la lejanía de las dunas del desierto egipcio. EL ángel sin perder tiempo pone sus sentidos alertas y se fija en cada animal que pasaba ante sus ojos. Sus orbes entonces se fijan en una serpiente. Oculta bajo la sombra de un árbol que apenas tenia hojas, aquella serpiente enroscada protegía celosamente a sus huevos, meneando su cascabel amenazadoramente a cualquiera que se le acercarse demasiado. Aquella serpiente tenia escamas negras en la mayoría del cuerpo pero la punta de su cola era blanca complemente, junto con el cascabel. El ser divino ve ante el como un ave cazadora se fija en la serpiente, aterrizando a pocos metros de ella se dispone a picotearla para tomarla como su almuerzo, pero el reptil responde furioso manteniendo a raya al animal emplumado. Pero fue el colmo cuando aquella Ave con su pico rompe uno de los huevos de la serpiente, esta encolerizada se lanza contra el animal volador de tla forma que solo le tomo segundos morder con fuerza su cuello inyectándole todo el veneno que pueda y dejándolo muerto, aun así este reptil furioso toma del cuello al animal con su cola y lo tira lejos, siseando totalmente molesto moviendo su cascabel de forma ritmica-... Tu... -murmura el ser divino viendo la serpiente, esta sintiendo su mirada se voltea viéndolo. Los ojos de esta madre brillan y cambian de color, uno se vuelve gris y el otro amarillo con tonalidades doradas.
Ya escogido el primer animal, la entidad angelical sigue en búsqueda con solo usando sus ojos fijan su atención ahora en gruñidos, que parecían risas psicóticas, su mirada se guiá por el sonido y ahí los ve. Dos hienas macho que con su particular gruñido que parecía mas bien una diabólica risa se peleaban entre ellas por un pedazo grande de carne podrida, se rasguñaban, es empujaban y se mordían ninguno dispuesto a compartir su presa, en el forcejeo la carne se desgarra y sale a pedazos cuando las hienas se apresuran a tomar los pedazos una hembra, que como bien se sabe suelen ser las mas agresivas toma los pedazos ella y se los come. Las hienas macho gruñen y chillan. "Las risas" de estas dos bestias se hacen mas intenso, cuando la hembra estaba dispuesta a escapar ambos coordinados como un equipo se lanzan contra ella. Se oyen los chillidos de horror de aquella animal, siendo victima de canibalismo entre su propia especie. Aquellos dos hienas destrozan viva a la hembra riéndose entre cada mordida y rasguño que desgarraba la piel comiéndola, sin pelearse por los pedazos-... Ustedes... señala el ángel, las hienas se detiene con su presa ya muerta y se voltean viendo al ser. Los ojos de ambas brilla, una ahora poseía ojos azules y la otra ojos rojos.
Ya solo quedaba un animal cual escoger, el antes llamado príncipe fue mas detallista ahora... Necesitaba un animal mas, y este tenia que impresionarlo. Entonces, por azares se fijo en un gato. Criatura sagrada, pero se fijo en el debido a que era gato con una espesa melena casi parecía un león, hasta era considerablemente grande, era curioso este gato en cuestión arrastraba llevaba un juguete en la boca, mordisqueado y un poco roto. Era un peluche de zorro, en esa epoca era normal que los niños les regaran juguetes a los gatos por su cercanía Divina, concentrado en el animal nota como un perro salvaje se pone frente a el, gruñe y en un rápido movimiento le quita al gran gato aquel juguete de peluche, eso basto para despertar la ira del animal. Aquel gato, sin miramientos se lanza contra aquel perro... Era casi de horro escuchar como ese perro chillaba de pura angustian sintiendo como ese gato, literalmente le arrancaba las orejas mordidas, como rasguñaba su cuello y torso, se oye el "grito" agudo del perro cuando ese felino en un zarpazo feroz le arranca un ojo de la cuenca, el canino totalmente ensangrentado huye como puede del feroz animal dejando atrás el juguete. EL gato, sin contemplaciones se lame la sangre del pelaje... y toma su peluche dispuesto a irse-... Y tu sonríe el ser, el gato voltea su cabeza hacia el ángel, sus ojos brillan y se tornan verdes.
Ya los cuatro animales habían sido elegidos ahora todo quedaba en manos del dios del sol.