Cap 11:
Camino a la Guerra: (Parte 3):La ira Del Romano.
-M-Mi señor...! -A la sala del rey, entra uno de sus sirvientes, suavemente este se inclina dándoles sus respetos al futuro gobernante de esas tierras- S-Su majestad Ha llegado un visitante al Palacio, dice ser el Emperador de Roma y Está Exigiendo Hablar con usted de inmediato. Esta blandiendo una espada y esta amenazando con matar a un sirviente por cada Minuto que lo haga esperar...
-Pero, ¿Qué clase de falta de respeto es esta? -Indignando El joven faraón se levanta de su asiente. Seguido de cerca por sus guardias y sacerdote, Baja hasta el recibidor encarando al intruso. Ambos , el gobernante y el futuro rey se ven a los ojos- ¿ Cómo se atreve a Amenazar a mis sirvientes, quien demonios es usted y que quiere de mis tierras?
-Hasta que por fin aparece...-sonríe con aire prepotente- vera Faraón, quiero sus tierras. Son prosperas y hará mi imperio más grande, resistirse es inútil, muchos reinos han caído ante mi ejército. Solo cédame el control y le aseguro que ningún inocente morirá bajo su cargo.
-...-Decir que estaba furioso de quedaba corto, con paso firme y sin duda en su mirada alza su brazo. Se oye el sonido seco, que hizo eco en las paredes del palacio. Había abofeteado al prepotente emperador frente a las miradas incrédulas de sus guardias y sirvientes- Lárguese de mi vista... O mandare a Ejecutarlo a base de golpes y Piedras en la plaza de mi palacio.
-Maldito Bastardo...-con el ego herido, arrebata contra el faraón agarrándolo del cuello alzándolo en el aire apretándole la tráquea- Jajajaja... Este reino será mío a las malas, maldito faraón de quinta!!...
-Aghh...! Suéltame maldito!
-Loa guardias del faraón reaccionaron rápido sacando sus espaldas pero fueron retenidos por los guardias del romano, incapaces de moverse ya que tenían machetes contra sus gargantas solo les quedaba ver como aquel hombre prepotente ahorcaba al faraón.
-SUELTALO...
El tiempo parece haber trascurrido en cámara lente. Atónitos veían como el príncipe de Siria quien literalmente parecía haber salido de la nada, se desplazó con rapidez hacia la escena desenfundando su larga espada. En un arrebato simple corto la mano del emperador desde la muñeca. El hombro soltó un chillido de dolor, alejándose mientras su mano cercenada aún estaba sujetando el cuello del faraón.
-Ah...-Este se quita la mano apuntada del cuello, tomando grandes bocanadas de aire. Una gran cantidad de sangre se había esparcido por el suelo y por su ropa. El romano chillaba de rabia y dolor, mientras el sirio se colocaba frente al futuro rey de Egipto- Príncipe Yugi...
-Largo de estas tierras...-Murmura el divino quien con una mirada feroz sostenía con fuerza el mango de su espada. Los guardias del romano se abalanzaron contra él, este respondió esquivando sus ataques y cortándoles el cuello a ambos guardias dejándolos morir-...Lárguese ahora o será su imperio quien se quede sin rey.
-Maldito seas...-con su capa hacia un torniquete en el muñón que le quedo de mano- Volveré con mi ejército y hare cenizas este Insignificante pueblo de porquería...-Dice con sus dientes apretados conteniendo la enorme ira que estaba creciendo en él. Sin más partió de ese lugar mientras su brazo dejaba un camino de sangre entre las arenas.
-...Me has salvado. -con paso torpe se acerca a su salvador, como si nadie mas estuviera ahi, rodea con sus brazos el frágil cuerpo del Sirio plantándole un beso en los labios, profundo, suave y apasionado. Juntando sus cuerpos en un abrazo cálido.
- !!... -Aquel beso no se lo esperaba. Más correspondió de una forma suave. Al separarse aprecio los ojos que ahora lo observaban con tanto amor. Un fuerte vuelco sintió en su pecho, algo que aprisiono su corazón. Mientras dos sensaciones completamente distintas se apoderaron de él.
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Ave de Oro
Fiksi PenggemarRa tiene a su mano derecha, un ángel que lo ha acompañado por siglos, ahora que Egipto esta pasando por una situacion precaria, Ra necesitara de este ángel más que nunca. El futuro faraón posee un corazón frío y planea lleva a Egipto a una guerra qu...