Lunes 14 de febrero.
Como todos los lunes, me levanté muy temprano dispuesta a enfrentar un nuevo día de pesadez y movimiento, pero recordé que era el dia del amor y la amistad. Desde el viernes había comprado la tarjeta y el ragalo para el Caballo, digo Juan (a mi mama no le gusta que use apodos). A mí me tocó regalarle a el en el en el intercambio del salón. Odiolos intercambios, deberían prohibirlos para siempre. Una vez, en la primaria, regalé un perfume bien caro y a mí me dieron un pañuelo. No sé si juan me gusta o no, de todos modos le escribí un mensaje muy largo; es buena onda, aunque a veces es muy cargado. La Cachetitos le echa los canes, pero él no le hace caso, ni en el mundo la hace. Mi mamá me encargó que llegara temprano, aunque eso va a estar en chino, porque hay una fiesta con los del salón. Ya sé que son unos nacos, desabridos y feos; de todos modos una trata de divertirse. Anoche me pinché el dedo mientras cosía mi falda, pues la prefecta me bajó la bastilla y me reporto. Es como un juego, ella me la baja y yo me la subo ; algún día terminará con unos tremendos agujerotes, tal vez la falda llegue a ser un solo agujero. El Navo me habló para decirme que él y el Guante iban a llegar tarde a la escuela, que les avisara a los maestros. Mientras me cambiaba, tenia un verdadero desastre. No encontraba nada y todo se me caía. Es uno de esos dias fatales, pensé. Lo bueno es que en la mochila casi no llevo cuadernos ni libros y sí el traje de la fiesta.
Ahora estoy en mi salón, es la segunda hora y la tenemos libre porque no vino el profe de historia . Por ahora le voy a parar, al cabo que luego seguimos hablando. . .
Martes 15 de febrero
Ayer, como estaba previsto, todo fue un desastre. Oh querido diario, hubieras estado ahí. ! Fue horrible ! Figúrate que ese chamaco loco, baboso, tarúpido, metiche, aniñado, feo, gritón, dientón, nariz de Gonzo, pelos parados, aliento de dragón, pies de atleta , orejas de dumbo, risa de Guasón, prieto, flaco, ojeroso, lagañoso, ese atrevido, cara de chango, esé que le dicen el Sapito, pues esé, ¿Qué crees, querido diario?... Pues que ¡me la canto! Sí, asi como lo oyes, digo, asi como lo escribo. Sucedió en el receso. Yo había ido a la cooperativa por unas papitas con queso, y cuando mas me las saboreaba, se me cayó un pedazo y me manchó la blusa, casí una catástrofe, imagínate, ¡mi preciosa blusa blanca! Luego, luego la Rubí comnezó a darme carrilla, La que no sabe, le dicen. Me fui a los bebederos, y lo primero que me encuentro es a esé... Casi me muero. Te juro que fue el oso del siglo. ¡Me declaro su amor! En la fiesta el Lalo, el que me gusta, que se pone a bailar muy mono con la Michelle, ¡huy, esa coqueta! Lleguè a la casa, me castigaron por llegar tarde y ahora no podre ir al cine el sábado. Me lo merezco.
Miercoles 16 de febrero
Hoy me divertí mucho en la clase de inglés, y esque cuando el profe se suelta a contar chistes, si que nos hace reir. Quedé de ir en la tarde a la caaa de Jaqueline, mi mejor amiga, para hacer el cartel sobre el cuidado del agua. Hoy por la tarde recibí una llamada. ¿Quién crees que era? Pues nada mas ni nada menos que el sapito, para decirme, después de muchas toses y largos silencios, que si queria ir a la unidad deportiva a dar la vuelta. Le colgué sin decir que sí ni que no.
Jueves 17 de febrero
Ayer me mandó una rosa una carta. Tiene la letra horrible, dice muchas cosas, pero lo que más repite es eso de que me quiere. Ay, querido diario, ya no sé qué pensar. me está pasando lo mismo que en la novela que veo con mi mamá, el amor no es como lo pintan, pero al revés, porque en la novela ella es la fea y él un súper cuero y se enamoran. Quedó de hablarme hoy en la noche y ya son las ocho. Creo que ya no habló. ¿Tú qué crees? A lo mejor todo es mentira y sólo me está cotorreando. La Almita dice que es verdad, que sí me quiere, que se lo dijo el mismo. Bueno, querido, luego te cuento porque ya está sonando el teléfono, estoy junto a él porque si no, mi hermanita se entera...
Viernes 18 de febrero
Ahora sí me pasó lo que dice mi abuela:"Cae más rápido un hablador que un cojo". Y es que anoche la llamada se alargó por casi dos horas, casi se me quedó en la oreja. No sé si te das cuenta de lo que ha pasado, es algo raro. Y es que el Sapito, de tanto insistir, ha llegado a enamorarme. Nunca pensé que podría enamorarme de él, pero ahora se que el amor es ciego, ahora sé lo que es amor y estoy feliz, y no me importa que mis amigas me dejen de hablar o a que llegen a decir Sapita adios querido diario.