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Cameron
Pasamos la tarde limpiando la cafetería, en un momento siento un líquido caliente sobre mi espalda.
-¿Que mierda es esto?
-Cafe.
-Es tu culpa - le tiró agua fría en su ropa y ella me fulmina con la mirada.
-¡Te odio!
-No me odias.
-¿Y si no te odio que?
-Me amas.
-No es así.
Agarro un poco de café y se lo tiro en el cabello.
-¿Sos idiota o te haces?
-Me hago.
-Parece que sos.
-¡Pendeja!
-¡Idiota!
Me intenta pegar una cachetada pero le agarro la muñeca.
-A mi no me pegas.
-Cállate.
-Mejor callate vos.
-¡Te detesto!
-¡Y yo a vos!-me tira un plato pero lo esquivo, este se rompe.
-¡¿Acaso están haciendo lo que pedi?!-entra el director enojado.
Lo miramos.
-¿Pero que es todo esto? Dije que limpiarán no que rompieran cosas o se tiraran comida en la ropa, los dos están en serios problemas.
-Ella rompió el plato.
-Él empezó - me señala.
-Se pueden ir, pero esto no va a quedar así.
Nos vamos y la detengo.
-¡¿Sos idiota no?!
-No, tal vez vos lo seas, ¿acaso tenes cerebro? creo que no porque no lo usas.
-¿Vos tenes vida? Creo que no porque siempre te metes en las de otros.
-¡No me conoces!
De la nada ella entra a mi auto.
-¿Que haces acá?
-Me llevas.
-Ni loco.
-Vivimos al lado, me podes llevar.
-Tomate un taxi.
-No tengo dinero.
-Odio este día.
-Y yo te odio a vos.
Al llegar a casa, paro el auto y ella se baja dando un portazo. Me bajo yo.
-¡La vas a ser giratoria!
-Me importa una mierda - entra a su casa y suspiro frustrado.
Me esta pasando algo con ella, la necesito cerca mío.

Mi vecino #wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora