Capitulo 32 (maraton 4/5)

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Julian negó con la cabeza una vez más. Oriana se quejó, cómo si fuese una niña pequeña al que le arrebataron su oso de peluche favorito.

- Por favor.- pidió ella mientras daba pequeños saltitos, en un gesto infantil, que a juli le divertía.

- Ya te dije que no.

Julian se giró para irse, pero antes de que pudiera caminar, se dio cuenta de que algo lo molestaba. Se volteó y vio a oriana, quien lo estaba abrazando fuertemente y al parecer no tenía la intención de soltarlo.

- ¿Qué haces?- dijo julian, frunciendo el ceño.- suéltame.

- No hasta que me digas que me vas a acompañar.

- Pídele a tu papá o a Emilia.

- Ya les dije, no me dejan ir sola y me dijeron que te pidiera a ti.

Julian pensó en lo insoportable que debió haber sido oriana con ellos. Conociendo lo terca que podía llegar a ser ella, no le extrañaba que hubieran preferido dejársela a su cargo. Oriana lo abrazó tan fuerte que pensó que se le iban a salir los pulmones de la boca.

- Voy a estar pegada a ti hasta que me digas que si.- le amenazó ella.

- Dios, eres tan terca.

- Llámame chicle.

Julian rió. Vale, al final siempre terminaba cediendo con ella.

- Está bien.

Oriana chilló tan fuerte que juli juró que iba a tener una sordera de por vida. Ella lo soltó sólo para tirarse encima de él y repartir una lluvia de besos por toda su cara. Julian jadeó en busca de aire y apenas cuando pestañó, oriana lo había soltado para correr hacia su cuarto. Conmocionado, julian sólo reaccionó cuando su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón.

- ¡Hola hermanito!

Julian siseó de dolor al escuchar la aguda voz de su hermana saludarlo.

- Joder, ¿Es que acaso todas las mujeres tienen que gritar? Ya bastante tengo con oriana.

- Uy, que gruñón. Solo te llamaba para decirte que si vas a acompañar a oriana al centro comercial la traigas a casa antes del anochecer.

- Vale, vale, ¿Algo más?

- No, eso nada más, ¡Adiooooos!

Juli siseó de dolor una vez más al escuchar el chillido de Emilia. Cuando había acercado el celular hacia su oreja para insultarla, se dio cuenta de que había colgado. Lo había hecho a propósito sólo para molestarlo. Aún así, no pudo evitar reír.

- Ya estoy lista.- dijo oriana bajando las escaleras.- ¿Vamos?

- Si, sólo déjame buscar mis llaves. Espérame en el auto.

Oriana asintió y juli fue a la cocina para coger sus llaves. Cuando regresó hacia la sala principal,se miró en el espejo que estaba colgado en la pared y quedó con la boca abierta. Se acercó hacia el espejo y tocó su rostro sin poder creerlo. La marca del lápiz labial de oriana en forma de besos había quedado alrededor de toda su cara. Negó con la cabeza y riéndose, cogió una servilleta y se limpió el rostro mientras salía de la casa.    

Un tio sucio (orian Hot) (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora