Capitulo 40

2.4K 124 0
                                    

Julian salió de su habitación. En la casa lo único que se oía era el silencio. Asomándose por el pasillo, vigiló que ova no estuviera por ahí para ir al cuarto de oriana. La noche anterior ova le había gritado y escuchó palabras de él que jamás pensó que oiría. Julian se había tentado en insultarlo también, pero se contuvo y mantuvo la compostura. Emilia había tratado de tranquilizarlo, pero el dolor y la decepción que sentía por su hija era algo que nadie podía reparar.

-¿Juli?- la voz de Emilia lo sobresaltó, antes de que pudiera girar la manilla de la puerta.- ¿Qué haces?

- Sólo quiero ver por un segundo a ori.

-juli...- susurró, con un tono de tristeza en su voz. Se acercó hacia él.- oriana se fue.

-¿Qué?

-oriana se fue.- repitió.- se fue temprano con ella al aeropuerto, antes de que despertaras.

A julian se le aceleró la respiración. El corazón le latió con violencia, mientras trataba de entender las palabras de su hermana. Sin pensarlo dos veces abrió la puerta de la habitación, pero en vez de encontrar a oriana se encontró con la cama hecha. Intacta. El pecho se le cerró. No sabía que hacer o que pensar, pero lo único que sabia, era que ori se había ido.

Ova y oriana caminaron por el aeropuerto. Ova miró a su hija. Dios, se le veía tan bonita y a la misma vez tan frágil. Era la replica idéntica de su madre, y daría cualquier cosa por verla feliz. Emilia lo había insultado de todas las maneras que conocía cuando le dijo que se llevaría a oriana fuera de la ciudad, y cuando había discutido con julian, se le destrozó el alma. Ellos dos le habían dicho cosas que jamás pensó que escucharía, y de repente, sintió que la culpa lo carcomía por dentro. Daría su vida por ella. Lo único que quería era protegerla y que fuera una mujer exitosa en su vida. Miró a oriana enfadado.

- Te quedaras en Tennessee con tu abuela las últimas dos semanas que te quedan de vacaciones. Y ni se te ocurra empezar a salir con chicos todavía. No quiero oír ningún problema después, ¿Entendiste? Te portas bien.

Oriana miró hacia delante, con los ojos fijos en el avión que tenía al frente. Agarró firmemente su mochila en el hombro. Era tan preciosa y no se merecía todo el dolor por el que estaba pasando ahora, y eso a ova le dolió en el corazón.

- De vuelta a clases, estudiaras todos los días.- le dijo con brusquedad.- y retomaras tus clases particulares. Yo mismo me encargaré de eso, ¿Me escuchaste?

Oriana se volteó a verlo. Sus ojos se clavaron en él con una intensidad que lo congeló.

- Te odio.

Sus palabras fueron como una daga directo a su corazón.

- No sabes lo que dices, cariño.

- Ojalá nunca hubieses sido mi padre.

- oriana...

- No entiendo como mamá se pudo enamorar de un hombre como tú.- dijo, su voz fría y seca. Su cara se mantenía inexpresiva mientras pareciera como si dijera esas palabras con naturalidad. - siempre traté de que me quieras, pero ahora me di cuenta de que ese fue el error más grande que cometí. Tú no me quieres.

- ¿Pero que estupideces dices, oriana? Por supuesto que te quiero. Lo sabes.

- No, jamás me quisiste. Siempre fui una pérdida de tiempo para ti. No tienes de que preocuparte, lograste quitarme lo que más amaba en este mundo y ahora no te molestaré más.- suspiró y miró hacia el avión.- espero que lo pases bien, y dile a julian que lo quiero.

Un tio sucio (orian Hot) (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora