Illicit [jl]

-3- [e]

Narrador Omnisciente

Todo se volvió oscuro en un segundo.

Lisa sintió como un cuerpo la envolvía y aplastaba contra el suelo, aunque por suerte, no sentido dolor. Una larga y suave melena tapaba su cara, lo que le dificultaba la visión. Los brazos de aquella persona rodeaban su espalda y cuello, protegiéndola del duro asfalto. E ahí el por qué su cuerpo no dolía.

¿Qué ha pasado?

La persona que la había salvado se incorporó, quedando todavía encima de ella. La miró por unos segundos con una expresión que se tornaba cada vez más oscura y gritó con enfado:

-¿¡SE PUEDE SABER QUÉ PENSABAS HACER!?- Su voz sonaba por encima del ruido que producían los coches, ajenos a lo que acababa de pasar.

Una chica.

Aunque era de noche,  podía distinguir sus facciones por la luz que desprendían los faros de los coches al pasar:  Pelo marrón oscuro largo, despeinado hacia un lado, ceño fruncido, ojos negros amenazantes, nariz pequeña y labios carnosos. Parecía tener unos 18 años. Dos más que Lisa.

-¿¡ESTÁS LOCA O QUÉ!?- Volvió a gritar. Empezaba a dar miedo.

-Y-Yo... Eh...- No era capaz de articular una sola palabra.

¿Por qué una extraña la había salvado? Es decir, ¿qué le importaba a esa chica su muerte? De repente le entraron ganas de llorar otra vez. Su intento de suicido se había frustrado y la persona que la "salvó" no paraba de gritarle, pidiendo explicaciones. Al ver a Lisa acentuar un puchero, la chica suavizó su tono. Sólo un poco.

-Oye, tranquila...- Chasqueo su lengua como muestra de frustración. No tenía mucha paciencia- Me llamo Jennie- Suspiró.- ¿Y tú?

-Lisa...

-Bien, Lisa- Intentaba calmarla- ¿Por qué te has intentado suicidar?- Le tendió su mano, ayudando a que se incorporara. Ésta aceptó, sus manos se unieron. Qué suaves pensó la menor. Ahora las dos se encontraban sentadas en el suelo. La brisa mecía el pelo de la castaña, mostrando lo largo que era. Y pensar que hace sólo unos horas ella lo tenía igual.

-Yo…

Pasaron unos segundos sin obtener respuestas. La mayor cambió totalmente de actitud, como dije anteriormente, no tenía paciencia.

-Una pregunta sencilla, ¿Cuántos años tienes?

-16...

Dieciséis años e iba a acabar con su vida. ¡Si ni siquiera había salido del instituto! ¿Qué supuesto motivo tenía para hacer una gilipollez como esa?

Esto es increíble...

Jennie rió mostrando molestia, esto sorprendió a Lisa, ni siquiera intentaba ocultarlo.

-¿Y cómo puedes jugar con tu vida así?

-¿Q-Qué?- preguntó incrédula Lisa.

-Lo que has oído, ¿Qué estúpido motivo hizo que decidieras tirarte por ese puente?- Su enfado parecía ir a más.

¿Por qué demonios se enfadaba ella?

-¿Estúpido?- No se lo podía creer. Una extraña le reclamaba explicaciones tan despectivamente que sólo tenía ganas de volver a tirarse de allí. Si iba a comportarse así, ¿para que se entromete?- No entiendo… ¿Cómo puedes decir que mi motivo es estúpido si ni siquiera sabes cuál es- Aunque intentaba controlar su voz, ésta no le salió como quiso y tembló.

-Tu vida ya puede ser una completa mierda, pero quitarte de en medio es lo más egoísta que puedes hacer. ¡¿No piensas en lo que pueden sentir los demás?! – Estaba histérica.- Además, ¡ni siquiera sabes nada de la vida fuera de tu burbuja de adolescente!