Illicit [jl]

-8- [e]

-Llegamos.

Lisa sintió como Jennie frenaba la moto y seguidamente, se quitaba el casco.

Cómo no, la morena pasó de nuevo su mano por su cabello grácilmente. Lisa sintió algo en el estómago, y quiso pensar que estaba mareada por el viaje.

La mayor tamborileó el casco de Lisa, que no parecía querer moverse.

-Eh, eh ¿está-as...?- Rápidamente cortó sus palabras ¿Realmente tenía que mostrar preocupación por una persona que casi acaba de conocer? ¿No tuvo suficiente la última vez? Ya no.

Kim Jennie no.

-Ups, ¿En qué momento dejaste de chillar como una niña pequeña?-Siempre sonriendo con superioridad y dando un toque de burla en su voz.- Realmente parecía que llevaba atrás una patrulla de policía.

Lisa resopló. Con lo bien que fue durante el camino. Oh, pero eso no se lo diría a esa creída prepotente, claro que no.

-Idiota, debería haber sido una patrulla de policía real, ¡Conduces como una temeraria! ¡Pasaste 3 semáforos en rojo y casi atropellas a un chico!

Todavía podía recordar a aquel chaval de cabello naranja admirando su casi muerte.

-Cuida tus palabras pa-bo.- Golpeó suavemente la frente de la rubia.- Íbamos así porque:
1-Llegabas malditamente tarde a clase. Cosa que es TU CULPA.
2-El camino más corto era el más lleno de personas ¡Él estaba en medio de la carretera! Además tengo algunas cosas pendientes con él...
3-¿No ha sido más emocionante?

Lisa quería golpear la cabecita de esa chica que casi la mata, pero en parte tenía razón, era su culpa llegar tarde.
Y... Sentía curiosidad por saber si eso del chico pelinaranja era una broma o algo más serio. Pero en fin, qué más daba, con suerte no la volvería a ver ¿No?

-Aish, yo no te pedí que me llevaras. Ni... Bah, dejémoslo ¿sí? Tengo que ir a clases.-Lisa bajó de la moto y alisó su pelo.-Gracias por traerme.-Denotaba cierta molestia en su voz.

Dispuesta a irse dio media vuelta y se dirigió a la puerta de entrada de su instituto.

Nervios, su corazón inquieto y un tirón del brazo que Jennie le dio hasta quedar a escasos centímetros.

-Yo nunca hago cosas que no quiero hacer.-Miró fija los ojos de Lisa, abiertos por la sorpresa.-Que quede claro.

Posó su mirada en sus labios así repetidas veces fugaces que la pequeña pudo notar. Su mente no funcionaba y sólo sabía que para ella el tiempo se había congelado por una cifra de segundo. La estaba matando.
¿Cómo podía sentir eso por una chica? Seguramente era el viaje de nuevo, gastándole una mala pasada.

Lisa sintió su agarre irse.

-Ya veremos cómo me pagas el viaje.- Interrumpió el silencio y le guiñó un ojo.

Menos mal que no había nadie alrededor.

¿Cómo podía cambiar tan rápido su actitud?

-Nos vemos.- Dijo antes de despeinar a Lisa.

-A-Adiós.

Arrancó su moto de nuevo y simplemente se fue. Lisa se quedó un rato mirando cómo la figura de esa chica bipolar se desvanecía. Era como una especie de trance hasta que la alarma del comienzo de clases sonó.

Dios voy a llegar tarde.

Y salió corriendo hacia la entrada.

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