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Narra Lisa

Abrí los ojos lentamente y me incorporé en la cama.

¿Cama? Espera ¿Dónde estoy?

De lo único que me acuerdo es que alguien se lanzó encima mía y... ¿Me salvó?

Agarré las sábanas con fuerza.

¡No! ¡Se suponía que acabaría con todo!

Mi pulso se había disparado, podía sentir cómo mi respiración era cada vez más irregular. A este paso moriría de un infarto.

Calma, Lisa, calma.

Di grandes bocanadas de aire para tranquilizarme y decidí descubrir dónde me encontraba. Estaba sobre una cama mediana de sábanas suaves y blancas. A la derecha estaba la pared con una pequeña ventana con cortinas grises por donde entraba la luz. A la izquierda había una mesita de noche, un reloj y una fotografía enmarcada sobre ella. En la imagen se podía disginguir a una niña pequeña con una gran sonrisa en su rostro, le daba la mano a los que supuse que sería sus padres.  Seguida de la mesita se encontraba la puerta. A la derecha de ésta había un gran armario de madera.

Después de analizar la habitación, abandoné la cama, sintiendo aquel conocido dolor de cabeza en cuanto pisé el suelo, lo que me hizo caer de nuevo sobre el colchón.

Aish.

Como acto reflejo, llevé mi mano hacia  la parte donde me dolía y solté un pequeño quejido.

Nota mental, no tocar.

Abrí la puerta marrón intentando hacer el menor ruido posible, comprobé que no había nadie mirando hacia los lados y salí de la habitación. Enfrente vi otra puerta, la abrí con cuidado. Era el baño. Justo cuando entré pude verme en el espejo. Mi aspecto era  sencillamente horrible. Mi piel era más pálida que antes, tenía los ojos un poco rojos y los labios resecos.

Quizás sí estaba muerta.

Lavé mi cara con un poco de agua antes de dirigirme al principio del pasillo. Un enorme salón se encontraba frente a mí. A diferencia del pasillo oscuro, el salón estaba iluminado por la luz natural que entraba por la ventana.

Vi a una persona que dormía sobre el sofá. Aún dormida, se giró lentamente hacia la izquierda. Frente a mí.

Me acerqué poco a poco y finalmente la reconocí. Piel morena, ceño levemente fruncido, largas pestañas , labios finos y entreabiertos... Sí, era la chica de ayer.

A juzgar por su respiración debía tener un sueño profundo, y al parecer no demasiado dulce por la forma en la que gruñía cosas sin sentido.

Destellos en su pelo llamaron mi atención. Tenía mechas rubias, no me había dado cuenta antes por la oscuridad de la noche. También llevaba la misma ropa de ayer, yo también, solo que a diferencia de ella, yo estaba descalza.

La verdad es que no sabía qué hacer, si despertarla y enfrentarme a su mal genio, o escabullirme sigilosamente.
Después de meditar unos segundos me decanté por la segunda opción.
No quería volver a enfrentarme a su horrible humor.

Divisé mis zapatos frente a la puerta y me los puse despacio.
Me levanté y dispuesta a salir de allí agarré el pomo de la puerta.

Clic.

-¿Ibas a alguna parte?

Sentí mi cuerpo temblar un poco, y casi grito del susto. Poco a poco me di la vuelta, mi rostro quedando a escasos centímetros de Jennie.

Maldecí mentalmente.

-¿Pensabas irte sin decir dar siquiera las gracias?- Inquirió con el ceño fruncido.

En estos momentos tenía sentimientos encontrados. Por una parte quería gritarle por su desagradable actitud, y por otra, que mi corazón dejara de latir como si hubiera corrido una maratón. ¿Cómo podía lucir tan bien recién levantada?

-¿Tendría que darlas? Yo no te pedí que me salvaras, ¡Yo debería haber muerto!

Chasqueó su lengua.

-No pensaba que fueras tan estúpida.-Recalcó esa palabra.- Realmente no tienes idea de lo que eso significa.

Sentí mi estómago revolverse. Su agradable actitud siempre presente.

-¿No? ¿Y tú sí?- Retrocedió unos pasos, seguramente esperaba otra respuesta. La miré y no pude aguantar más.- ¿Sabes acaso mis motivos, o cómo me siento? ¿Sabes lo que es lidiar con el dolor a todas horas? ¿Que tu vida sea un infierno los 365 días del año?- Mis ojos empezaron a cristalizarse. Estaba a punto de llorar, pero seguí hablando sin titubear- ¡Y lo mejor de todo es que no sé qué he hecho mal!- Una risa triste se escapó de mis labios.- Dime, qué es lo que sabes, te invito a que me ilumines.- Enfaticé las últimas palabras con sarcasmo mientras agitaba las manos desesperada. Realmente me estaba volviendo loca.

¡Pom!

-Créeme cuando digo que no entiendes una pizca de lo que realmente es el dolor.-  Estampó su mano contra la puerta, a la izquierda de mi cabeza, haciendo un estruendoso ruido. No sé cómo no se cayó a pedazos.
Sus ojos desprendían fuego y su mandíbula estaba apretada. La tensión se podía cortar con un hilo.-Adelante, cuéntame cuáles son tus motivos, pero mi opinión no cambiará. Aunque tu vida sea una auténtica mierda hay gente que vive peor que tú, si tu situación es tan terrible deberías hacer algo para cambiarlo, y si no lo haces es porque eres débil.

Nuestros alientos chocaban, rozando nuestras frentes. Esa fue la primera vez que sentí tantas emociones "malas"  hacia alguien.

Ya está, se acabó.

La empujé por los hombros y grité, sin contener las lágrimas.

-¡No sabes nada sobre mí! ¡No tienes ningún derecho a echarme cosas en cara!

-Sé lo suficiente. Veo lo que tú no quieres ver.

Definitivamente lo que más me molestaba era su tono, como si no le interesara lo más mínimo mi frustración. ¿Entonces para qué intervino?

Me siguió, dejando unos metros de distancia. Di vueltas en círculo, murmurando cosas sin sentido.

-Ya está, me voy.

-Bien.

¿En serio? ¿Me revolucionas la mente y me haces llegar al límite de mi paciencia, para nada?

Pasé a por su lado, haciendo temblar los tablones de madera del suelo a la vez que avanzaba. Abrí la puerta y justo antes de cerrarla escuché su voz.

-Cobarde.

Cerré de un portazo y salí corriendo. No me importaba no saber dónde estaba, sólo quería llegar a casa y encerrarme para siempre. Porque en el fondo, yo sabía que todo lo que dijo ella era cierto.

***
Heyheyhey!
Pues nada, otro capítulo.
Enserio, no se me da bien describir lugares, y con la casa de Jennie estoy haciendo un gran esfuerzo. AISH.
Si RUDE JENNIE IS HERE. Las que leísteis Illicit desde el principio sabréis que este capítulo era bastante diferente, con una JenJen más soft. But como soy masoquista y amo el drama, Jennie nos hará BOM un da face ;)
Tranquilas tengo esto bajo control (Nah, en vd no, para qué engañarnos)

Dejo por aquí la nota de ILLICIT'S BEGINNING:

Creo que iré actualizando cada día un capítulo y si puedo sacaré dos. Pero no nos precipitemos xd.
Baiiii~

Capítulo diarios JAJAJA no me lo creía ni yo ;D

Bueno, me dejo de rollos
HEARTUUSS~ 💕

Illicit [jl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora